Murió el coreógrafó Frederick Ashton, impulsor del 'ballet' clásico británico
Frederick Asliton, el coreógrafo que desarrolló el estilo característíco del ballet clásico británico, murió el jueves en su casa de Suffolk, al este de Inglaterra, a la edad de 83 años, según confirmó un portavoz de la Royal Opera House (Covent Garden).Ashton, uno de los amigos más cercanos de la reina madre, cuya hija es la reina Isabel, coreografió su primer ballet en 1926, en un estilo que marcó ya su trayectoria. Fundador-coreógra o del Royal Ballet, fue nombrado caballero (sir) en 1962 por su contribución a la danza.
El pasado junio coreografió una adaptación musical de la obra de Shakespeare Sueño de una noche de verano, en una gala homenaje a Ninette de Valois, gran dama del ballet británico, de 90 años. Asliton trabajó con De Valois desde 1935 en la constitución del Royal Ballet, y ayudó mucho en la carrera de la bailarina Margot Fonteyn.
Ningún otro coreógrafo, aparte de George Balanchine, fundador del New York City Ballet, ha sido tan versátil y prolífico como Sir Fred. A lo largo de su carrera creó más de 100 ballets, entre ellos Symphonic Variations, Cinderella o Enigma varialions, muchos interpretados por compañías de todo el mundo.
El ballet británico, desde la impronta dejada por Ashton, es suave, puro y musicil, enraizado también en el foiclor. "Mi clasicismo es un clasico" muy lírico", dijo en una ocasión sobre su trabajo. Sus críticos le calificaron a veces de artificial.
La droga de Pavlova
Ashton nació, de padres ingleses, el 17 de septiembre de 1904, en Guayaquil (Ecuador) y fue educado en Lima. Luego estudió en el Reino Unido y trabajó en una empresa de exportación; ya entonces su deseo era ser bailarín, deseo originado cuando a los 12 años vio bailar a Ana Pavlova, "que me inyectó la peligrosa droga", dijo Ashton más tarde.
