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Leopoldo Alas

Una tercera vía para saltarse las convenciones

Haciendo honor a su nombre, su aspecto es frágil. Su fuerza reside en su pasión por la literatura. Licenciado en Filología Italiana, con sólo 25 años ha escrito y publicado cuentos, poesía, teatro e incluso un libreto de ópera. Ahora se ha embarcado en una aventura poética como es editar una revista de calidad sin ninguna pretensión comercial. Signos ofrece la posibilidad a los más jóvenes de firmar junto a autores ya consagrados, en una edición limitada, con una ilustración original en cada número.

Al igual que a su ilustre antepasado -del que es sobrino en tercera generación-, nació fuera de contexto, en La Rioja, en Arnedo. Vive en Madrid desde siempre: "Soy de Madrid, porque ser madrileño es como ser de todas partes".Estudió en un colegio extranjero y se encuentra tan cómodo en castellano como en italiano. "Lo fantástico de ser bilingüe es que puedes cambiar de carácter con sólo cambiar de idioma", comenta. Lo suyo es el lenguaje, uno u otro, pero escrito.

Cuando tenía apenas 10 años resolví un estado de ánimo escribiendo un folio sobre el otoño". Se presentó con un libro de cuentos cuando tenía 18 años y se introdujo en el mundo de la cultura. "Nunca volveré a escribir como antes; este mundo infecta mucho".

En el año 1986 presentó su segundo libro de cuentos: "Descuentos es el resultado de tomar cuentos tradicionales y subvertir la moraleja; así, la cigarra triunfa porque la contratan para hacer una gira por la costa".

Entre ambos libros elaboró un texto de teatro: "Se trataba de un texto al servicio de un espectáculo visual, eso que se llevaba tanto durante una época"; y por encargo del Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas escribió el libreto de una ópera compuesta por Jorge Fernández Guerra.

"Siempre es estimulante que te encarguen cosas", dice; "trabajar con un músico sobre un tema dado fue una experiencia fascinante". El tema era Fausto, y en Sin demonio no hay fortuna, como era de esperar, "Fausto no tiene alma".

Después de participar en una antología publicada en la revista Poesía bajo el lema Cinco poetas del 62, y en otra más reciente publicada por la editorial Visor, ha publicado su primer libro de poemas: "Los palcos recoge el trabajo de ocho años, y creo que antes de otros ocho no publicaré ningún libro de poesía".

Lo que más le molesta es que le encasillen en determinados moldes. "En una época en la que prima el diseño, o te vistes a la moda o eres un zarrapastroso. Yo prefiero creer en una tercera vía que me permita saltarme las convenciones".

Ahora dirige una colección de poesía en la que participan desde autores consagrados hasta jóvenes principiantes. "Signos es una revista sin ánimo comercial; las colaboraciones son gratuitas, incluido el dibujante".

La pasión por la comunicación, "porque se leyera inmediatamente lo que había escrito", le ha hecho cultivar géneros breves: el cuento y la poesía. Sin embargo, ahora se enfrenta a una novela corta: "La nouvelle tiene la inmediatez y frescura del cuento, pero a la vez la consistencia estructural de la novela".

"Si yo viviera en la Edad Media escribiría una novela medieval, pero lo que estoy haciendo es una obra light", explica; "no tengo ninguna pretensión de gran literatura, sólo pretendo plasmar lo que hay". Leopoldo anticipa la primera frase de su futura obra: "¿Es prioritario adelgazar?".

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