Varían los nombres, pero no la política, según la oposición
La oposición restó importancia ayer al cambio de Gobierno que, en general, todos los grupos interpretan como un simple cambio de personas. Hubo numerosas referencias elogiosas, no obstante, hacia la incorporación de mujeres, excepto del portavoz aliancista, Juan Ramón Calero, que dijo que no tenía tiempo par hablar de las ministras.Gerardo Iglesias, presidente de IU, aseguró que la remodelación confirma que González renuncia a los "objetivos socialistas". José Antonio Segurado, por el PL, lamentó la contumacia presidencial en el incremento del gasto público con la creación de dos nuevos ministerios. Por la Democracia Cristiana, Javier Rupérez calificó el reajuste de "cosmético".
Juan María Bandrés, diputado de Euskadiko Eskerra, expresó su preocupación por la acentuación del estilo personalista y secretista de Felipe González, mientras que Ramón Tarriarries, del Grupo Mixto, se preguntaba donde estaba el giro social del Gobierno. Senén Bernárdez, de Coalicción Galega, reconoció como elemento positivo la autoridad con la que actuaba este Gobierno.
El portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, se felicitó porque en el nuevo Gabinete hubiera tres ministros vinculados al País Vasco.
El portavoz de Minoría Catalana, Miquel Roca, no habló de aspectos concretos y emplazó al Gabinete para futuras convocatorias.
Agustín Rodríguez Sahagún por el CDS y Juan Ramón Calero por AP prefieron hacer un repaso a la situación social resaltando las parcelas peor gestionadas.
