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La RFA asume el mando

Manfred Woerner abrió una era alemana en la OTAN el viernes pasado. Su toma de posesión al frente de la secretaría general pone a Alemania Occidental, por primera vez, en primer plano de la Alianza, después de 40 años. Al presidir el comité militar el general Wolfgang Altenburg, los alemanes han conseguido su mayor presencia en la Alianza. El primer problema es la modernización del Lance. La nueva generación de misiles que sustituya a estos proyectiles de corto alcance es crucial para la defensa de Europa central, sobre todo ahora que los Pershing y los crucero de medio alcance se están desmantelando.Pero las declaraciones que hizo en los primeros momentos el nuevo secretario general sobre el Lance reflejan lo ya expresado en todos los comunicados de Alemania Occidental y de la OTAN sobre el asunto: solarnente confirman que la OTAN "tomará medidas".

Más preocupantes fueron los comentarios del general Woerner sobre el tratado INF. Puso de relieve su apoyo a la doctrina de la OTAN y señaló que la política de respuesta flexible "había sido acordada y sin alternativas".

Pero su debú fue menos afortunado en lo que tenía de descripción de un acuerdo que en sus consecuencias políticas, que ya están originando serios problemas para mantener una doctrina de la OTAN coherente.

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Con orgullo reiteró su apoyo al tratado, e incluso llegó a decir: "Yo he sido uno de los dirigentes que hizo posible el acuerdo".

4 de julio

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