Situación panameña
En relación con los sucesos del hotel Marriott (28 de marzo), en la ciudad de Panamá, el señor ministro de Relaciones de mi país, doctor Jorge Abadía Arias, dirigió una carta al señor Lawrence K. Grossman, presidente de la NBC News, de Nueva York, que precisa y detalla lo acontecido, a la vez que denuncia hechos objetivos que demuestran qué está pasando realmente en Panamá detrás de la cortina de humo de una campaña internacional de Prensa.El ministro explica que se hizo lana investigación oficial para conocer el alcance y veracidad de los hechos con. periodistas extranjeros. Se piden disculpas taxativas y amplias por los errores cometidos, pero también lo hace con la certidumbre de que la culpa la tiene la credulidad del Gobierno panameño, por cuanto a la buena fe de los funcionarios del Gobierno estadounidense y en cuanto a la noción absurda ahora, al parecer, de que podíamos seguir esperando que jugaran limpio incluso en las circunstancias actuales.
Luego expresa el canciller: "...Podrá ser de interés para usted sopesar esta carta y meditar sobre su contenido después de enterarse de que los fotógrafos de los medios de comunicación estadounidenses simultáneamente apuntaron al suelo con los objetivos de sus cámaras cuando, en una conferencia de prensa que convoqué, el mayor Daniel Delgado, de las Fuerzas de Defensa de Panamá, comenzó a explicar la naturaleza de las instalaciones del Comando Sur en Panamá y cuando funcionarios del ministerio denunciaron la posible desviación de fondos de la Comisión del Canal de Panamá hacia fines no autorizados, así como los pagos de 1.310.000 dólares a la Embajada estadounidense mediante cheque, en tres ocasiones, de 1984 a 1986, y cuando se recalcó que el Gobierno panameño no tiene acceso a los libros de contabilidad de la Comisión del Canal de Panamá y, por tanto, no tiene modo de identificar el destino de desembolsos que se hacen sobre la base de ajustes periódicos del presupuesto aprobado por el Congreso de Estados Unidos de América. Al mismo tiempo, los corresponsales significativamente dejaron de tomar notas".
A la luz de lo expuesto por el ministro Abadía, debemos hacer constar, en primer término, que periodistas y fotógrafos de medios de comunicación estadounidenses han sido reclutados por representantes diplomáticos y militares del Gobierno estadounidense para que se pongan del lado de "la causa de sacar al general Noriega", en reuniones de instrucción y por medios de acercamiento no tan dignos, tanto sistemáticamente durante los últimos 22 meses como con "patriótica seriedad" en las últimas semanas.
Si alguien se tomara la molestia de hacer que algún empleado de habla española tradujera su discurso en la OEA en noviembre y su discurso en la reunión del SELA, en Caracas, el mes pasado, podría percatarse de la existencia de una cortina de información que escuda a la opinión pública estadounidense para evitar que entre en contacto con las violaciones flagrantes que está cometiendo el Gobierno estadounidense no sólo del Derecho Internacional y del Derecho de los Tratados, sino también de leyes decretadas por el Congreso de Estados Unidos de América. Estoy segura de que en esas revelaciones encontrará un mayor peligro para la democracia que cualquier peligro que la cortina de hierro o la de bambú pudieran representar.
Queremos construir nuestra democracia nosotros mismos y para nosotros mismos. Estoy segura de que usted estará de acuerdo conmigo en que añadirá más lustre a la grandeza de los ideales de Estados Unidos de América respetar ese deseo que coartarlo con un despliegue de poderío.-
Embajadora de Panamá en España.
