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Gorbachov se entrevista con Najibulá en Tashkent

Pilar Bonet

El líder soviético Mijail Gorbachov y el dirigente afgano Mohamed Najibulá eligieron la ciudad de Tashkent, en la ruta entre Moscú y Kabul, para celebrar un inesperado encuentro que, en opinión de observadores políticos, sellará el plan del Kremlin para retirar sus tropas de la guerra de Afganistán. A horas de diferencia con Gorbachov, Najibulá llegó ayer a Tashkent, capital de la república soviética de Uzbekistán, a unos 300 kilómetros de la frontera afgana, procedente de Kabul y acompañado del ministro de Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, que estaba en Afganistán desde el pasado domingo

La agencia Tass no dio detalles sobre el momento y el contenido del encuentro entre Gorbachov y Najibula, y se limitó a anunciar la entrevista.[El encuentro entre Gorbachov y Najibulá coincide con la llegada del secretario de Defensa norteamericano, Frank Carlucci, a Pakistán, donde se entrevistará con el presidente Zia Ul Aq y visitará la zona fronteriza con Afganistán. Carlucci conversó ayer con su homólogo paquistí, Rana Naeem Mahmud Khan, pero en medios oficiales se guarda un discreto silencio al respecto. Asimismo coincide también con las informaciones difundidas el lunes en medios de la resistencia afgana y en fuentes diplomáticas occidentales de Kabul sobre los planes soviéticos para una eventual partición de Afganistán, que supondría la creación de una zona prosoviética, en el norte del país, con la capital en Mazar-e-Sharif, y que aglutinaría a los grupos étnicos de habla farsi, si la retirada de las tropas soviéticas se produjera sin un acuerdo general entre todas las partes en conflicto.]

Impulsar la solución

El desplazamiento de Gorbachov indica que éste está efectivamente dispuesto a acelerar la busqueda de una solución al conflicto que desde finales de diciembre de 1979 involucra a un contingente militar soviético estimado en 115.000 hombres. Gorbachov no ha visitado nunca oficialmente Kabul desde que asumió el liderazgo soviético, en 1985. El líder del Kremlin ha calificado la guerra de Afganistán como una "herida abierta" y ha reiterado su voluntad de retirar al Ejército soviético de ella.

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Shevardnadze ha negociado con el régimen de Kabul una alternativa para el caso de que fracasen las negociaciones entre Pakistán y Afganistán que se llevan a cabo en Ginebra bajo los auspicios de las Naciones Unidas. El ministro soviético y Nadjibulá anunciaron el lunes que Moscú retiraría sus tropas con independencia de lo que suceda en Ginebra, donde las esperanzas de un acuerdo para mediados de marzo se desvanecieron ante la aparición de nuevos obstáculos. El más importante de estos lo representan los suministros bélicos al régimen afgano y a la guerrilla que lucha contra éste, apoyada por Pakistán y EE UU. Los intentos paquistaníes de revisar la "linea Durand", frontera común con Afganistán establecida durante el imperio colonial británico, supuso un otro frenazo a Ginebra.

En un mensaje enviado al secretario general de la ONU, Javier Perez de Cuéllar, Najibulá afirmaba que "los últimos obstáculos para el éxito final de las conversaciones de Ginebra" habían sido eliminados el pasado febrero. Pravda, el órgano de difusión del partido, daba ayer una importancia mínima a esas negociaciones, aunque hasta la fecha Moscú no había renunciado formalmente a las expectativas de éxito en ellas depositadas.

La rápida sucesión de acontecimientos registrados en lbs últimos días en las relaciones soviético-afganas confirmaban, sin embargo, que Moscú no está dispuesta a esperar más para poner en marcha soluciones alternativas que, según lo manifestado por Shevardnadze, comprenden un acuerdo bilateral entre Pakistán y Afganistán y un acuerdo de retirada de tropas entre Afganistán y la URSS. El viceministro de Exteriores soviético, Vladimir Petrovski, ha confirmado en Moscú la existencia de un acuerdo de retirada de tropas al margen del proceso de Ginebra, donde la URSS y EE UU actúan como garantes.

Nueva propuesta de EE UU

[El presidente Ronald Reagan dijo ayer que incluso si los soviéticos no han iniciado su retirada de Afganistán piensa viajar a Moscú, como está previsto, el 29 de mayo. "Esa puede incluso ser otra buena razón para ir", indicó el portavoz presidencial, Marlin Fitzwater, despues de señalar que ha habido un "cierto progreso" en las conversacion de Ginebra. Según Fitzwater, Moscú está examinando una nueva propuesta de Washington sobre la simultaneidad en el cese de los suministros de armas a la guerrilla y al Gobierno de Kabul, el principal obstáculo de Ginebra, informa Reuter].

"La gran lección de Afganistán para la URSS es que la revolución no puede exportarse", manifestaba ayer una fuente política soviética próxima al Kremlin, según la cual EE UU ha comenzado a temer que Najibulá pueda manenerse en el poder, en contra de las previsiones, sin contar con el apoyo militar proporcionado actualmente por Moscú.

Observadores políticos opinaban, sin embargo, que la URSS va a dejar en Kabul un Gobierno bien pertrechado bélicamente antes de comenzar la retirada. Ésta debería ejecutarse, según los últimos planes difundidos, en un período de nueve meses que se iniciaría dos meses después de la firma de un acuerdo.

También viajó estos días a Kabul, el primer viceministro soviético Vsevolod Murajovski, quien, según Tass, examinó las perspectivas de colaboración económica.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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