Un grupo de apoyo del 'comando Madrid' colocó la bomba que estalló junto al Bernabéu
Un grupo de apoyo al comando Madáid de ETA Militar puso la bomba que estalló el domingo junto al estadio Santiago Bernabéu, según muestran los primeros análisis efectuados por los responsables de la lucha antiterrerorista. El artefacto, colocado en uno de los cajetines de un ciclomotor, estaba coinipuesto de un kilogramo de amonal, explosivo utilizado frecuentemente por ETA, según fuentes policiales. El atentado ha confimado las sospechas que se barajaban en medios de la lucha antiterrorisiba de que el comando Madrid, que tiene en su poder al industrial Emiliano Revilla, goza de una portante infraestructura en la capital de España. Hasta el momento, la policía desconoce el objetivo concreto del atentado.
Fuentes policiales señalaron que el explosivo estaba compuesto de nitrato amónico con aluminio, más otro derivado del amonal que aún no ha podido ser precisado, según los análisis provisionales que los expertos policiales en desactivación han realizado. Pese a que la fabricación era casera y el encendido del artefacto poco usual, en fuentes de la lucha antiterrorista se considera a ETA como la responsable del atentado, que hirió gravemente en la tarde del domingo a dos mujeres jóvenes.El artefacto contaba con un temporizador, y en medios policiales crece la hipótesis de que el objetivo del atentado fuera indiscriminado. Asimismo, "la inexistencia de metralla no indica nada especial, ya que el propio chasis de la motocicleta actuó de metralla", según expresaron las mencionadas fuentes policiales.
La policía investiga actualmente la procedencia del ciclomotor utilizado en el atentado como moto bomba. En un principio, no parece que este fuera robado, sino adquirido en "uno de los múltiples negocios ilegales que existen", según estas fuentes, que consideran esa vía de lávestigación poco productiva.
La autoría del atentado apunta a un grupo de apoyo del comando Madrid, según estas Fuentes. Este grupo actúa de una manera autónoma respecto al considerado comando principal, cuyo responsable es José Luis Urrusolo Sistiaga, Joseba, y que tiene secuestrado al industrial soriano Emiliano Revilla. "El grupo de apoyo no tiene por qué estar compuesto de miembros legales [no fichados por la policía] de ETA", afladieron estas fuentes, que recordaron la formación del anterior comando Madrid, desarticulado el 16 de enero de 1987. De los seis miembros de aquel comando, dos de ellos estaban encargados de las labores de información y apoyo: Cristina Arrizabalaga y María Teresa Rojo. Ambas mantenían una vida semiclandestina, más cercana a la propia de los activistas liberados -fichados- que a los legales.
El atentado del domingo ha confirmado plenamente las sospechas de que ETA no sólo gozaba con una segunda infraestructura en Madrid, que no cayó en la desarticulación de enero de 1987, sino que, incluso, puede haberla acrecentado con nuevas adquisiciones de pisos.
Controles policiales
Las Fuerzas de Seguridad del Estado mantuvieron a lo largo de la jornada de ayer los controles en las salidas de Madrid que fueron instalados en la tarde del domingo, tras conocerse el atentado, y que recibe el nombre en clave de Operación Jaula. Pese a las críticas que han recibido estas actuaciones policiales, los reponsables de la lucha antiterrorista consideran .enormemente útiles" estos dispositivos.
Mejoría en una de las heridas
El control puesto a mediodía de ayer en la carretera de Andalucia provocó el colapso circulatorio en la M-30, ya que ha coincidido con el abandono masivo de ciudadanos de Madrid de cara a las vacaciones de Semana Santa.
Las dos mujeres heridas en el atentado del domingo continúan hospitalizadas, aunque una de ellas, María Elisa Martín, experimenta "alguna leve mejoría", según el parte médico facilitado ayer, informa Efe. La otra mujer, Maria del Mar Cruz, se encuentra en estado estacionario, dentro de la gravedad. María del Mar Cruz sufre quemaduras dérmicas superficiales y profundas del 14% en cara, torax, brazo izquierdo, espalda y ambas piernas, según el parte. Como consecuencia de la explosión, la joven sufre "rotura de ambos tímpanos, herida contusa por explosión en muslo izquierdo y cuerpos extraños múltiples", añade el parte. Elisa Martín padece "quemaduras del 5% dérmicas superficiales en cara, cuello, dorso de mano derecha y puntiforme en ambos miembros inferiores. Experimenta alguna leve mejoría dentro de su gravedad".
