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Cuatro ex altos cargos de UCD se defienden en el juicio de la colza

Cuatro ex altos cargos de UCD para los que se solicitó el procesamiento por sus presuntas responsabilidades en el segundo sumarlo de la colza negaron ayer, en el juicio que se viene celebrando contra 38 aceiteros desde el 30 de marzo de 1987, que se les pueda achacar cualquier intervención que hubiera posibilitado o facilitado el envenenamiento masivo.

Los altos cargos que testíficaron fueron José Guilló, que fue director general de Competencia y Consumo y comisario general de Abastecimientos y Transportes; Luis Valenciano, ex director general de la Salud Pública y posteriormente Subsecretario de Sanidad; Antonio Bardón, ex jefe del Servicio contra el Fraude, y subdirector de Defensa contra el Fraude, y Antonio Rúa, que fue director general de Aduanas e Impuestos Especiales.Valenciano rechazó que el cese del doctor Antonio Muro -médico ya fallecido que defendió tesis contrarias a la culpabilidad del aceite- al frente del Hospital del Rey se debiera a que mantenía una hipótesis distinta a la oficial. Valenciano explicó que Muro declaró que había tomado confianza con el agente de la enfermedad y que ya no le hablaba de usted sino de tú. Valenciano llamó a Muro para preguntarle por esas declaraciones y éste le contestó: "No sólo son verdad, sino que tengo al agente entre mis piernas en este momento". Según Valenciano, Muro fue destituido porque en una reunión celebrada el 14 de mayo de 1981 realizó un informe catastrofista respecto al origen del síndrome tóxico en el que se describía "cómo el mundo se hundía, cómo morían los pájaros, que él estaba infectado y sólo podía tomar gaseosa Revoltosa".

José Guilló afirmó que se hizo una inspección a la empresa Rapsa, de los hermanos Bengoechea, cuando pidieron la licencia para la primera importación de aceite de colza, que dio resultados negativos, y que luego no se hicieron nuevas inspecciones.

También declaró ayer en el juicio -además de varios periodistas que siguieron el casdo- el ex director general de Radiotelevisión Española José María Calviño, quien en una breve intervención negó haber recíbi.do oresiones para evitar la emisión de la serie alemana El mundo en que vivimos, uno de cuyos capítulos estaba dedicado al síndrome tóxico. Calviño dijo que en TVE tradicionalmente hay una falta de coordinación entre el encargado de compras y el de la programación y que se compran cosas que luego no se emiten. Según Calviño, es imposible que alguien pueda influir simultáneamente sobre el departamento de compras y de emisión al mismo tiempo.

Calviño precisó que TVE emite unas 14.000 horas al año y que no recordaba si la serie de adquirió o no.

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