Raíces del coflicto

Todos los días, la Prensa nos cuenta con detalle anecdótico los enfrentamientos de los jóvenes palestinos de Gaza y Cisjordania con el Ejército israelí. La televisión nos muestra las imágenes de los jeeps persiguiendo a los manifestantes; al final, un ligero balance sobre las víctimas, y punto. Al cabo de los días, la Prensa y la televisión dejan de tratar el terna con la profusión de un principio y le van relegando a espacios de puro relleno. La gente corriente, entre la que me incluyo, puede pensar, a la vista del tratamiento informativo, que los enfrentamientos se apagan y que las cosas vuelven a la normalidad, nada m ís alejado de la verdad: lo que ocurre es que la práctica infórmativa impone una dinámica que falsea la realidad, ya que la repetición continua de unos acontecimientos que no cambian sustancialmente, aunque se produzcan de una manera continua, "dejan de ser noticia", y, por tanto, se produce la paradoja de ir dando de lado la información que se repite día a día para dar paso a noticias más frescas y sustanciosas, léase boda Boyer-Preysler o cosa, por el estilo. Estos quistes periodísticos acaban aburriendo a tocio el mundo, y creo que es por el erróneo tratamiento informativo. No se puede hacer el seguimiento de unos acontecimientos concretos adaptándolos a las curvas de aceptación del público; aunque las tiradas y las ventas sean importantes, no han de ser el objetivo primordial de una su puesta Prensa seria, para eso está la Prensa sensacionalista.No es una crítica: solamente una sugerencia; pero pienso que este tipo de ínfórmaciones se debería complementar con revisio nes de carácter histórico, raíces del conflicto, intereses en pugna desarrollo comentado por especialistas de las diversas crisis que han llevado al desenlace actual Una revisión que dé al lector de la noticia un panorama amplio, por el que se pueda hacer una idea en profundidad del asunto tratado.

De esta manera, la gente de la calle podría tener más claro fenómenos como la resistencia palestina, la lucha interminable en Líbano, la injerencia estadouniden se en Nicaragua, la segregación racial de Suráfrica, el hambre en el Sahel, los nacionalismos conflictivos (Irlanda del Norte, Córcega, País Vasco), la presencia de, los soviéticos en Afganistán, etcétera. De esta forma se evitaría quela mayor parte de las noticias sonara a una mera repetíción cíclica en la que el lector se limita a ojear los titulares, pasando de largo el desarrollo de los acontecimientos.- José M. Sánchez Paulete del Águda.