Aprobado un dividendo de 175 pesetas por acción
El Banco Central obtuvo el pasado año un beneficio antes de impuestos de 32.182 millones de pesetas, lo que supone un incremento del 210,89% sobre el ejercicio de 1986, según los datos aportados ayer en la junta de accionistas Teniendo en cuenta el remanente existente, el beneficio a distribuir asciende a 32.293 millones, de los que 10.000 se destinarán a pago de impuestos; otro tanto, a reservas, y a divídendos, 12.272 millones. El banco distribuirá un dividendo por acción de 175 pesetas.El activo total de la entidad, incluidos riesgos de firma, superó en 1987 por primera vez los tres billones de pesetas (3.181.000 millones), con un aumento del 10,63% sobre el año anterior.
La inversión creditícia del banco aumentó un 18,5% y cerró el ejercicio con 1.333.000 millones de pesetas, de los que 1.132.000 millones corresponden a financiaciones en pesetas, y el resto, a créditos en moneda extranjera. Dentro de este tipo de inversión, los asuntos morosos y dudosos se redujeron a 36.853 millones (39.404 en 1986).
Durante el último ejercicio, la entidad continuó reduciendo el peso específico de las inversiones calificadas de riesgo-país, situándose en 32.000 millones de pesetas. Al estar con una provisión de 11.597 millones de pesetas, la deuda neta asciende realmente a 20.929 millones.
Recursos ajenos
En cuanto a la propia cartera de valores del banco, el ejercicio se cerró por encima de los 355.000 millones de pesetas entre inversión en acciones, renta fija y aplicación a la cobertura de fondos públicos. La cartera de acciones en empresas industriales, comerciales y financieras es de 93.491 millones (95.527 en 1986).
Los recursos ajenos del banco ascendieron a 2.583.000 millones de pesetas, 240.000 millones más que en el ejercicio anterior. Los depósitos de los clientes sumaban 2.061.494 millones, un 6,23% más que en 1986.
Los ingresos por explotación alcanzaron los 317.998 millones (11,68% más que en 1986) y el cash-flow aumentó un 30,645%. A provisiones y amortizaciones se destinaron 62.983 millones, y a ínsolvencia y riesgo-país, 27.000.
