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Dominicos del siglo XVII

Los mártires españoles son los beatos Domingo Ibáñez de Erquicia, Lucas Alonso del Espíritu Santo, Antonio González y Miguel de Aozaraza, los cuatro sacerdotes de la Orden de Predicadores (dominicos).Domingo Ibáñez de Erquicia nació en Regil (Guipúzcoa), en 1589. En 1611 llegó a Filipinas. En 1623, cuando arreciaba la persecución contra los cristianos, partió para Japón, ejerciendo allí durante 10 años su ministerio sacerdotal. Fue capturado en julio de 1633 y condenado a los tormentos de la horca y la fosa.

Igual suerte le cupo a Luca Alonso, natural de Carracedo (León), que profesó en la orden dominica a los 17 años. Se fue a Filipinas en 1618 y marchó a Japón en 1623,junto con Ibáñez de Erquicia. Murió en Nagasaki el 19 de octubre de 1633, a los,39 años, tras sufrir el suplicio del agua engullida (agua tragada y expelida violentamente en grandes cantidades, lo que hace brotar la sangre por la boca, nariz y orejas), el mismo suplicio a que fue sometido en 1637 su paisano Antonio González, nacido en 1593, que sólo un año antes había llegado a Japón.

Más información
Juan Pablo II canoniza a cuatro mártires españoles

El cuarto mártir español, Miguel de Aozaraza, nació en Onate (Guipúzcoa), en 1634, embarcó para Filipinas con el beato dominico francés Guillermo Courtet, que también ha sido canonizado, y juntó con quien fue martirizado.

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