El lamento del 'Oso Dorado'
La inesperada derrota parcial del equipo americano en la primer jornada de la Ryder Cup, sobre todo por la claridad del resultado, hizo lamentarse de diversas cosas a su glorioso capitán, Jack Nicklaus.
Nicklaus, además de quitarse el sombrero ante el juego de los europeos, en especial por Ballesteros, de quien dijo que "es el mejor jugador del mundo", se quejo del escaso apoyo de los aficionados hacia el equipo local, "contrariamente a lo que sucedió hace dos años en Europa".
Ese lamento del mítico Oso Dorado, además en su propio campo de Muirfield Village, no ha sido pasado por alto. Así, la organización ha puesto inmediato remedio. La segunda jornada fue abierta con el desplegar de multitud de pequeñas banderas estadounidenses, que se entregan a cuantos espectadores lo desean. Por supuesto, de esta muestra de patriotismo no se escapan ni los guardias ni otras personas de seguridad, de la organización y de la Prensa.
Tal vez con esta medida, que por lo menos, aporta colorido los americanos encuentren la solución a su inferioridad durante la primera jornada. Pero Nicklaus, a pesar de sus 12 grandes jugadores, seguirá echando de menos en su equipo a un Ballesteros, "el jugador", afirma sin reparos, "con más imaginación del mundo".
