Una de las principales empresas gallegas
La empresa Siderúrgica de Galicia, SA (Sidegasa), situada en Teixeiro-Curtis (La Coruña), cuenta con una plantilla de 500 trabajadores, tiene una facturación anual de 12.000 millones de pesetas aproximadamente y exporta parte de su producción a diversos países. Considerada la tercera empresa más importante de Galicia, consume tanta energía eléctrica como la ciudad de La Coruña, y sus exportaciones constituyen en su sector el movimiento más importante del puerto coruñés. La empresa atraviesa desde hace años una delicada situación financiera, lo cual determinó que en 1985 los accionistas mayoritarios (Banco Central, Banco Pastor y Caixa Galicia) vendieran sus acciones por un precio simbólico al entonces director, Osvaldo Suárez.
Éste consiguió que una de las empresas más fuertes del sector, Compañía Española de Laminación, SA (CELSA), realizara una opción de compra que finalizará en septiembre de 1988. Según fuentes sindicales, CELSA, radicada en Cataluña, se ha venido haciendo cargo de la dirección técnica y de la gestión de Sidegasa desde septiembre de 1985.
Los obreros, que a finales del pasado julio aceptaron una propuesta de la dirección de negociar la mitad de sus vacaciones, supieron el día 30 que la medida ya no era "necesaria". Dos días después conocieron la compra por parte de CELSA de Torras Herrería, empresa catalana de laminados.
La confirmación de la noticia y el hecho de que a principios de este mes fueran desmanteladas algunas máquinas aclararon sus sospechas sobre el cierre de la factoría. Ante esta situación los representantes sindicales acusan de pasividad a la Administración autonómica y de no conceder las exenciones fiscales y otras medidas protectoras de que gozan empresas radicadas en otras Comunidades Autónomas.
El comité de empresa acusa además a la Xunta de no "mover un dedo" para coadyuvar la fusión con MEGASA, una siderúrgica ubicada en El Ferrol, operación que, al parecer, la dirección ve como imprescindible ante el próximo marco legal de la reconversión del sector del acero. Ante esta situación, el pasado día 10 los trabajadores realizaron una asamblea en la que acordaron solicitar una reunión urgente con la dirección y otra con el presidente de la Xunta y el titular de la Consejería de Industria, además de iniciar movilizaciones.
