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Las compañías de seguros empiezan a tasar los daños de la explosión de gas

Las comunidades de propietarios de los números 20 y 22 de la calle de Arroyo Bueno, en Villaverde Alto, afectados por la explosión de gas que ocasionó cuatro muertos el 6 de agosto, han iniciado los trámites para hacer efectivas las pólizas de seguros suscritas con las compañías DAPA y Ocaso, SA, respectivamente. Mientras tanto, las 37 familias afectadas prosiguen su instalación en las viviendas de promoción pública de la calle de Villalonso, cercanas a las suyas, según el plan de realojo elaborado por la Junta Municipal de Villaverde.

La comunidad de propietarios del número 20 tiene suscrita con la compañía de seguros DAPA una póliza de 57 millones de pesetas que cubre los daños del edificio y la responsabilidad civil de dicha comunidad en los daños a los particulares, tanto personales como materiales, según afirmó ayer Cristóbal Espín, director de la compañía.La empresa, según la misma fuente "está a la espera de que se delimiten las responsabilidades civiles por los daños a particulares en la explosión", ya que sólo le correspondería asumir las indemnizaciones si resulta responsable del accidente la comunidad de propietarios del edificio.

En cuanto al número 22 de la misma calle, el otro edificio afectado, está asegurado con la compañía Ocaso, SA, por valor de 54 millones en los siguientes conceptos: incendio, explosión, rayo e impacto; riesgos diversos; daños por rotura de lunas y cristales; garantía amplia de daños causados por agua. Finalmente, existe también una cobertura de 25 millones de garantía amplia de responsabilidad civil, fianzas y defensas.

Inspección ocular

Ocaso, SA, ha encargado la tasación de los daños a su filial Peritos Españoles, SA, (PESA). Una portavoz de PESA dijo ayer que hoy martes se personarían en el lugar del accidente, ya que hasta ayer lunes la comunidad de propietarios no se había puesto en contacto con ellos.Félix Romero López, perito de DAPA, no pudo iniciar la inspección ocular en el edificio siniestrado hasta ayer por la mañana, ya que, según declaró Cristóbal Espín, no le permitieron el paso en días anteriores miembros de la Policía Municipal.

Las 37 familias afectadas por la explosión continúan, en medio de un gran desorden, su trabajosa instalación en las viviendas de promoción pública de la calle Villalonso que les han sido adjudicadas. En general opinan que los pisos actuales son bastante mejores que los anteriores, a pesar de que no está instalado el gas, no hay teléfonos, y las escaleras y los exteriores no están terminados.

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Muchos de ellos, los que han perdido enseres domésticos, han recibido otros nuevos de El Corte Inglés, en base al plan municipal de realojo. Bastantes de ellos están todavía impresionados por lo sucedido, y temen que vuelva a suceder al menor olor a gas que creen percibir.

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