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Reportaje:

Cara y cruz de la reindustrialización

La mayor parte de los excedentes de Altos Hornos del Mediterráneo están recolocados, pero algunos fueron a empresas que cerraron

El 10 de abril de 1984, tras un año y medio de durísimo conflicto, los trabajadores de Altos Hornos del Mediterráneo (AHM), en Puerto de Sagunto, aprobaban en referéndum aceptar el cierre de las instalaciones de cabecera de la factoría a cambio de la creación del Fondo de Promoción de Empleo, a partir del cual los trabajadores afectados serían recolocados. Tres años después, de los 1.791 trabajadores que pasaron al fondo, quedan por colocar 89. De entre ellos, 85 son antiguos eventuales de AHM y cuatro proceden de empresas de contratas. En la recolocación, como en todas partes, también ha habido diferencias. Los que eran fijos en la siderúrgica han ido a las grandes empresas y tienen todos trabajo, pero entre los eventuales y los procedentes de contratas, algunos fueron a parar a empresas que cerraron y ahora esperan otro empleo.

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Lo de Ismael Aleixandre también fue mala suerte. De 41 años, casado, padre de un hijo y una hija, hacía dos lustros que era trabajador eventual de AHM cuando cerró la cabecera de la siderúrgica. Fue recolocado en una empresa de manipulado y envasado de miel llamada Apicoral. Después de un año funcionando, la factoría cerró e Ismael Aleixandre hace ya otro largo año que volvió al paro subsidiado del Fondo de Promoción de Empleo. Ahora acaba de ser llamado para trabajar en una nueva empresa.A pesar de haberse encontrado sin trabajo por segunda vez, parece estar tranquilo y confía en el futuro. Sabe que tendrá otro trabajo, "y si no", señala, "volveré a coger la paleta", porque hasta comenzar en la planta siderúrgica había sido albañil. "Empecé a los 13 años".

Únicamente tiene estudios primarios y su paso de la albañilería a trabajador de Altos Hornos -que, aun como eventual, suponía un prestigio social en Sagunto- sobrevino como una de las contrapartidas a la expropiación a su familia de una casa con una pequeña parcela de tierras de cultivo en el Grau.

Aquellas expropiaciones se producían a mediados de los años setenta con la finalidad de construir el proyecto de la IV Planta siderúrgica, concebido al calor de la fiebre desarrollista de la década anterior y que comprendía una nueva cabecera, entre otras cosas. De haberse construido, hubiese transformado Puerto de Sagunto en una gran ciudad. Ahora tiene algo más de la mitad de los 56.000 habitantes con que cuenta el municipio de Sagunto. Hoy no sólo no se ha construido la IV Planta, sino que se ha cerrado la cabecera siderúrgica de AHM. La empresa, denominada actualmente Siderúrgica del Mediterráneo (Sidmed), conserva únicamente las instalaciones del Tren de Laminación en Frío (TLF).

Pese a lo confiado que parece estar en que su situación laboral será resuelta, no siempre las tuvo todas consigo. "En un principio pensé que nos echaban a la calle, y los eventuales sabíamos que éramos los primeros en salir. A un fijo no lo iban a tirar así como así, sino a los eventuales, que teníamos un contrato en blanco. Luego pensé que nos quedaríamos sin trabajo, pero que nos recolocarían. Y así ha sido, lo que pasa es que las nuevas empresas han ido cerrando". No es así en todos los casos pero el "han ido cerrando" de Aleixandre está marcado por su situación personal. Los proyectos de empresas fallidos han sido un total de 13 y han afectado a 165 trabajadores.

El subsidio seguro y el tiempo libre que ha permitido para muchos antiguos trabajadores de Altos Hornos la pertenencia al Fondo de Promoción de Empleo ha generado una cierta picaresca y se dice que hay quien, estando en el fondo, trabaja o ha trabajado clandestinamente. No es el caso de Ismael Aleixandre. Para matar el tiempo busca otras ocupaciones: "Me dedico a ir a ayudar a algún amigo o me voy a pescar, porque, como estás a expensas de que te llamen por teléfono del fondo, no pues decir: 'Me voy a hacer una obra'. Sería muy lamentable que me pusiera a trabajar y aquéllos [los del fondo] te dijeran: "Tú, a la calle".

Ismael Aleixandre practica una particular modalidad de escepticismo. "No pertenezco", dice, a sindicatos ni a partidos.

Hay muchos. La política sólo sirve para los que viven de ella. Volar, sí voto. Estás trabajando y te pagan cuatro horas libres... Pero voto en blanco y el que gane, gane. A mí, que me den trabajo y vale. ¿Religioso? No, eso menos todavía. Vaya mafia, ni hablar".

El metro de la reconversión

Un caso muy diferente es el de Enrique Pérez Plasencia, de 43 años, antiguo empleado fijo de AHM, donde trabajaba como maestro de energías, y en la actualidad maestro eléctrico electrónico de la recién instalada Sivesa, factoría española de la Societá Italiana del Vetro (SIV) y también la más grande de las nuevas empresas instaladas en Sagunto. En ella han sido recolocados 319 antiguos trabajadores de AHM.Es miembro de Comisiones Obreras (CC OO) pero no es ni ha sido dirigente. "En mi tiempo libre prefiero estudiar. No porque no sienta los problemas, que quede claro". Ha reflexionado mucho sobre el conflicto, que vivió intensamente: "Nosotros fuimos el metro que midió la reconversión. Los siguientes acuerdos, en otras empresas y sectores fueron muy parecidos. Quizás nosotros conseguimos un poquito más, pero si hubiéramos sacado menos, ellos hubieran conseguido menos también". Sobre la pertinencia del cierre de AHM dice: "Los trabajadores siempre hemos pensado que se hacía una gran injusticia con Sagunto, que la reconversión debió hacerse en otro sitio. Varios informes, como el elaborado por Kawasaki, dijeron que había mucho futuro para AHM por su proximidad con Oriente Medio., Muchos creemos que se cerró aquí por miedo a enfrentarse con una reconversión en Altos Hornos de Vizcaya".

"Al final", dice Pérez Plasencia sobre la salida del conflicto y el cierre de la cebecera, "hubo un cierto conformismo por parte de los que sabían que se quedabian y unos pocos sentimos que si seguíamos luchando lo hacíainos contra nuestros propios compañeros. Creo que hubo cordura y los más jóvenes supimos entender que con razón dejábamos nuestro puesto de trabajo. Luego, la mayoría de nosotros, que salíamos, tuvo que enseñar a los a los que entraban, procedentes de la fábrica vieja, para quedarse en nuestros puestos de trabajo. No hubo ningún enfrentamiento y es algo que no se difundió fuera. Aquello quedó en casa".

Ha estado percibiendo el subsidio del fondo durante dos años y medio. Como la persona ordenada y práctica que aparenta ser, ha dedicado este tiempo a estudiar maestría electrónica, Io que ha sido decisivos para ocupar el puesto que tiene actualmente en la factoría de Sivesa.

"El trabajo sí que me gusta", responde al ser preguntado sobre su actual ocupación, "pero eso no es todo. Hemos perdido más de un 20% de poder adquisitivo. Yo soy de los que más ganaba de los que salieron de AHM". En la actualidad, Pérez Plasencia, percibe unas 104.000 pesetas netas al mes, más dos pagas extraordinarias y en Altos Hornos, hace tres años, ganaba cerca de 100.000 pesetas netas mensuales más tres extraordinarias 3, media. Confía en que mejore la situación económica de los trabajadores de su actual empresa con la elección, el próximo año, del comité y la negociación del primer convenio colectivo.

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