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Vicente Rojo pinta a México bajo la lluvia

Vicente Rojo, uno de los grandes nombres de la pintura mexicana contemporánea, presenta desde el pasado martes, en la galería Soledad Lorenzo, de Madrid, un amplio conjunto de trabajos recientes. Los lienzos que forman esta muestra pertenecen a la serie México bajo la lluvia, que el artista viene desarrollando desde el principio de la presente década. Esta obra reciente introduce cambios significativos en la evolución de su lenguaje, cambios que nacen, según el pintor, de una visión distinta de la realidad mexicana.

Nacido en Barcelona en 1932, Vicente Rojo se trasladó a finales de los cuarenta a México, donde su padre se había exiliado tras la guerra civil.En México es donde se materializará su vocación de pintor y una trayectoria que se integra entre las aportaciones más significativas de la generación que rompe con la tradición muralista mexicana.

Aunque Vivente Rojo había expuesto su obra en alguna ocasión anterior, en 1964 y 1974, los dos últimos años han supuesto una presencia más continuada de la obra de Rojo en el panorama artístico español. Tras su retrospectiva de las salas de la Biblioteca Nacional, una muestra en Madrid y otra en Barcelona han permitido seguir puntualmente la evolución de su trabajo reciente hasta su actual exposición madrileña.

Una especie de 'regreso'

"Con todo", nos dice el propio Rojo, "no hay que entender esta situación como una especie de regreso. Yo soy, al fin y al cabo, un pintor mexicano, y simplemente diversas circunstancias me han permitido responder ahora a invitaciones semejantes a las que ya había recibido con anterioridad, pero que no llegaron a concretarse'."Por otra parte", añade el pintor, "durante estos dos años he estado pintando aquí, en España, y ese alejamiento de México ha introducido en mi última serie un elemento distanciador que ha producido alteraciones muy interesantes en su sentido. En los inicios de la serie, hacia 1980, había elementos vitales, íntimos, en cierto modo nostálgicos, que aludían básicamente al México que yo había conocido a mi llegada, en la década de los cincuenta. Hoy es un México distinto el que surge bajo esa lluvia; la distancia ha acentuado la conciencia del cambio que el país ha experimentado desde hace unos años. Es un México más actual, más vivo y también más dramático".

Dramatismo en la materia

Se advierte, efectivamente, un cambio significativo en esta última etapa del ciclo México bajo la lluvia, un menor protagonismo que antes de la estructura geométrica y un planteamiento más dramático en los usos de la materia o el color."A partir de una doble intención", dice Vicente Rojo, "motiva y plástica, y aunque mantengo el interés por la diagonal, he ido liberando la serie de su raíz más geométrica".

"Ahora la lluvia no es sólo agua" añade Vicente Rojo, "sino que caen con ella muchas más cosas. Intento un diálogo entre geometría y materia. De mi trabajo en México con esculturas surge la conciencia de un interés por el volumen que se encontraba latente en toda la serie. Ahí tiene probablemente su origen ese trabajo que es casi un bajorrelieve y donde voy incorporando poco a poco materiales como el cartón, la tela, la madera, el polvo de mármol, el serrín o el corcho. Se trata, básicamente, de la búsqueda de una presencia más densa en la pintura".

La huella menos evidente de esa estructura geométrica que ha sido un elemento fundamental en la trayectoria de la obra de Vicente Rojo, aunque en una relación muy singular y libre respecto a la tradición constructiva, no supone, sin embargo, una ruptura radical.

"No creo, dice. "que vaya a perder ese vínculo con la tradición constructiva que ha sido siempre un punto de arranque de mi trabajo. Se trata, más bien, de enriquecer, de matizar, de introducir un punto de contradicción entre una cierta pureza geométrica y una realización impura".

"Siento cierta aversión por la pureza, que es una palabra que me resulta aterradora. La intención es buscar una forma de ruptura que no renuncie, sin embargo, a ese origen".

"Tengo en proyecto una serie que desarrollaré cuando concluya la de México bajo la lluvia. Parte de un tema de Barcelona, una perspectiva urbana, una especie de crónica visual ligada a ciertos recuerdos de infancia que intentaré trabajar de modos muy diversos".

"Seguirá habiendo", concluye Vicente Rojo, "una base geométrica, pero esta se moverá posiblemente mucho más, podrá incluso ser más barroca, abandonando ciertas formas rígidas que aún subsisten en la serie que pinto actualmente. Aunque solo se trata de proyecto, que en principio no creo que sea muy extenso, será el punto de despegue que conducirá, supongo, al próximo gran ciclo de mi trayectoria".

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