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El Senado debate la ley del divorcio aprobada por los diputados

Unas semanas después de que el papa Juan Pablo II defendiera vehementemente la indisolubilidad del matrimonio en sus discursos de Córdoba y Mendoza, el Senado argentino comenzó á debatir la ley del divorcio, que fue aprobada por la Cámara de Diputados el pasado verano.Varias decenas de jóvenes, vestidos con túnicas rojas y provistos de megáfonos, hacían propaganda antidivorcista a las puertas del Senado el miércoles por la tarde, cuando iba a iniciarse el debate. Eran miembros de una organización de nombre nada equívoco, Trádición, Familia, Propiedad (TFP), que publica estos días anuncios en los diarios acusando de fariseísmo a la conservadora Iglesia argentina y reclamando "ante Dios y ante la historia" la vigencia eterna del vínculo matrimonial. . .

Pese a lo restrictivo del proyecto de ley su aprobación definitiva no será fácil, y se duda de que entre en vigor antes del año próximo. Si los senadores incluyen cualquier modificación en los 16 capítulos que tiene el proyecto, lo que es prácticamente seguro, éste deberá volver a la Cámara baja.

La futura ley contempla como causas del divorcio el adulterio el intento de uno delos cónyuges de acabar con la ,vida del otro o de sus hijos, los malos tratos, el abandono del hogar, las alteraciones mentales graves y la instigación a cometer delito. No se prevé en absoluto la disolución del matrimonio de mutuo acuerdo.

Pero, además de estas restriciones, el proyecto de ley contiene unos plazos muy amplios tanto para el divorcio como para que un divorciado pueda casarse de nuevo por lo civil. Por ejemplo, habrán de pasar dos años de la sentencia firme de divorcio y cinco desde el primer matrimonio para que se puedan contraer segundas nupcias. La futura ley incluye también la figura del cónyuge culpable, al que se imponen plazos aún más largos para conseguir su rehabilitación nupcial.

La aprobación del proyecto de ley del divorcio por el Senado está garantizada, aunque por un pequeño margen. Radicales y peronistas se alinean inbando. Así, el senador radical Luis Brasesco, fue uno de los más ardientes defensores de la indisolubilidad matrimonial en la primera jornada de debate.Durante cerca de dos horas, Luis Brasesco hizo una retórica apología del "matrimonio para siempre% pidió el rechazo del proyecto de ley y aseguró que no quería mezclar en el debate sus ideas religiosas.

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