Tres contra uno
Los tres careos acordados hasta ahora en el juicio sobre el síndrome tóxico coincidirán en contar con la participación de Juan Miguel Bengoechea, de 47 años, licenciado en Derecho, gerente de Rapsa. El empresario donostiarra, habrá de enfrentarse a las posturas de Ramón Ferrero, Jordi Pich y José Luis Garrote.Ramón Ferrero, de 33 años, gerente de Raelca y ex camarero de una discoteca, sostiene que Bengoechea le engañó, puesto que se presentó como vendedor de aceites comestibles. Por su parte, el copropietario de Rapsa acusa a Ferrero de haber desviado al consumo humano un producto que él le había servido como industrial.
-Jordi Pich, catalán de 57 años, está acusado de intervenir como comisionista entre ambos. Pich aseguró en el juicio que advirtió a los Bengoechea que Raelca desviaba el aceite al consumo humano, y que a pesar de ello continuaron el negocio. Los dueños de Rapsa sostienen lo contrario y aseguran que Pich actuó como intermediario en sus contactos, lo que éste desmiente. "Es su palabra contra la mía", dijo Pich. Y con ello dejó firmado el careo.
José Luis Garrote de 49 años, era el delegado de Rapsa en Madrid, y asistió a las conversaciones entre Bengoechea y Ferrero. Pero no atestiguó nada trascendente porque en el momento clave en que supuestamente se engañaron él no estaba: "Tuve necesidad de ir al servicio", explicó.
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