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El Palau de la Música ha supuesto una inversión de 1.200 millones

El Palau de la Música de Valencia, inaugurado el sábado por la noche, es el primero de los 13 auditorios promovidos por el Instituto de las Artes Escénicas y de la Música, del Ministerio de Cultura, que cambiarán la infraestructura musical de España. Situado sobre el tramo del Jardín del Turia, cuya construcción dirige Ricardo Bofill, el Palau de la Música valenciano, obra del arquitecto José María García de Paredes, ha supuesto una inversión de 1.200 millones de pesetas, y sus obras de acondicionamiento finalizaron apresuradamente para estar listas el sábado, en una noche inaugural plena de sonrisas preelectorales.

Según ha manifestado el director general del Instituto de las Artes Escénicas y de la Música, José Manuel Garrido, el siguiente auditorio en ser inau gura do será el de Santander, en mayo de 1988. El de Madrid entrará en funcionamiento a finales de 1988 o principios de 1989; para el de Las Palmas está adjudicada la obra, y el de Cuenca tiene el proyecto re dactado y está previsto que se inaugure en 1990. En cuanto al que se construirá en Sevilla, tiene también redactado el proyecto y se piensa inaugurar en 1990. Para el de Santiago no hay fecha de inauguración, pese a que también tiene proyecto redactado. Está previsto construir otros tantos, que todavía no cuentan con proyecto, en Murcia, Oviedo, Zaragoza, Barcelona, Málaga y Valladolid.Según Garrido, el plan nacional de inversiones para la infraestructura musical pretende, con la construcción de los auditorios en un horizonte de entre 10 y 15 años, "atender las necesidades de algunas ciudades que cuentan con una extraordinaria afición por la música, así como numerosas sociedades y entidades musicales y, sin embargo, no disponen de instalaciones adecuadas". "Es el caso de Valencia", añade Garrido, "por lo que se determinó su inclusión en el plan".

El Ministerio firmó en 1984 un compromiso para construir el Palau de la Música con el Ayuntamiento de Valencia, que cedió los terrenos y aporta el personal y 91 mantenimiento, y con la Generalitat valenciana. Las obras se adjudicaron a la empresa Cubiertas y MZOV SA, en diciembre de 1984, por 575 millones de pesetas.

Presupuesto doblado

Con diversas modificaciones introducidas posteriormente, entre ellas un sofisticado sistema de seguridad y las obras necesarias para poder programar ballet y alguna ópera de decorado fijo, el valor de la construcción se ha puesto en algo más del doble. El Ministerio de Cultura aportará la parte prin cipal -unos 700 millones-; el Ayuntamiento de Valencia, unos 300, y el resto, entre la Diputación Provincial y la Consejería de Cultura de la Generalitat.El Palau de la Música tiene una sala principal, con cabida para 1.700 personas; otra más reducida, con capacidad para 400, y varios salones más pequeños. Está acondicionado para la celebración de congresos y de la Mostra de Cinema del Mediterrani, que se celebra anualmente en Valencia, organizada por el Ayuntamiehto, así como de exposiciones.

La expectación creada por la inauguración del Palau de la Música en Valencia hizo que se agotasen rápidamente las entradas para los primeros conciertos, pese a que la principal sala del auditorio tiene 1.700 espectadores. El presidente de la Generalitat, Joan Lerma; el ministro de Cultura, Javier Solana, y el alcalde de Valencia, Ricard Pérez Casado, inauguraron, en alegre ambiente preelectoral, el auditorio sin la presencia de la Reina, que había estado inicialmente prevista.

El acto salió a pedir de boca, pese a que sólo unos días antes se temía que no todo pudiese estar dispuesto para inaugurar el sábado. El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Valencia, Vicent Garcés, había elegido la fecha del 25 de abril, de especial significación para los valencianos, por ser la conmemorativa de la batalla 'de Almansa, en 1707. Aquel 25 de abril, las tropas de Felipe V derrotaron a las del archiduque Carlos y fue el principio del fin de los fueros del antiguo Reino de Valencia, que perdió su autonomía y la oficialidad de su lengua autéctona.

El concierto inaugural corrió a cargo de la Orqueita Municipal de Valencia, dirigida por su titular, Manuel Galduf, y el Coro Nacional de España, que dirige Carmen Helena Téllez. Se interpretó en primer lugar la Marcha burlesca, de Manuel Palau, y a continuación, el Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo, con el guitarrista Nerciso Yepes comosolista. La segunda parte estuvo dedicada a la versión de concierto de la ópera La vida breve, de Manuel de Falla, con el concurso de los solistas Enriqueta Tarrés, Evelio Esteve, Mabel Perelstein, Beatriz Melero, Jesús Sanz Remiro, Ramón Contreras, Manuel Cid, Lucero Tena, Gabriel Moreno y Carmelo Martínez.

Ayer se repitió el mismo programa por la tarde y por-la mañana. El compositor Krzystof Penderecki dirigió su Pasión según San Lucas a la Orquesta Sinfónica de la RTV de Cracovia, con el Coro de la Fi larmónica Nacional de Varsovia y el Coro de los Niños de Cracovia.

El director del Palau, Manuel Ángel Conejero, ha preparado, con el subdirector musical, Javier Casal, de forma tan precipitada como la conclusión de las obras, una apretada programación hasta el 12 de junio, que incluye la visita, entre otras, de las orquestas Philarmonia Hungarica, Sinfónica de la RTV Soviética, Royal Philarmonic, Nacional de España y Ciudad de Barcelona. También figuran en esta programación los pianistas Rafael Orozco e Ingrid Haebler y el violi nista Ivry Gitlis, entre otros solistas, así como los directores Antal Dorati y Jesús López Cobos. La improvisación con que se ha programado no es imputable a los responsables del Palau, sino a que sus nom bramientos se produjeron excesivamente tarde.

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