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El plan de viabilidad de Standard, pendiente de la comisión de seguimiento

La comisión de seguimiento para la reconversión de Standard Eléctrica intentaba ayer, al cierre de esta edición, concretar los detalles del plan de viabilidad que debe desarrollar el preacuerdo alcanzado la pasada semana entre Alcatel y el Ministerio de Industria. El martes, la reunión finalizó a altas horas de la madrugada sin acuerdo, particularmente por los planteamientos de UGT, que desea incluir el convenio salarial para los próximos años en el plan de viabilidad. Anoche, además, Telefónica y Standard mantenían posturas diferentes, lo que dificultaba el acuerdo.Por su parte, CC OO ha anulado la convocatoria de huelga prevista para hoy en las diferentes instalaciones de Standard en protesta por la reducción de plantilla y el retraso del plan de viabilidad de la compañía.

Unión General de Trabajadores -único sindicato presente en la comisión- desea que en el plan de viabilidad quede pactado un incremento salarial en Standard del 6% para el presente ejercicio, de un 140% sobre la inflación para 1988 y del 160% para 1989. Asimismo, la insistencia de la central socialista en no aceptar más que las casi 2.500 jubilaciones anticipadas como única vía para reducir la plantilla se ha erigido en las últimas horas como otro punto de fricción. Sin embargo, en las condiciones ofrecidas por Industria y aceptadas por Alcatel se reconocía que el excedente -que se ha ido elevando desde 3.700 personas hasta algo más de 4. 100 en estos momentos- se reduciría por vía de esas jubilaciones anticipadas y de bajas voluntarias.

El resto de las condiciones permanece como estaba hasta ahora. Telefónica incrementará en 32.000 millones de pesetas sus compras a Standard en los próximos cuatro años, en tanto que el Ministerio de Industria concederá unos 4.000 millones de pesetas para la investigación y el desarrollo.

Ericsson sube el listón

La firma sueca Ericsson, por su parte, se perfila como un candidato con posibilidades para adquirir Marconi -de la que desea desprenderse Alcatel-, al aceptar, al igual que lo había hecho anteriormente la alemana Siemens, hacerse cargo de las casi 1.400 personas que integran la plantilla de Marconi. La alternativa Ericsson cuenta con el beneplácito de Telefónica, por la simplificación que supondría mantener el mercado de centrales telefónicas español en manos de dos suministradores.Ericsson es el segundo suministrador telefónico en España -después de Standard-, donde controla un 40% del mercado.

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