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Standard Eléctrica solicita suspensión de empleo por tres meses para 3.391 trabajadores

Standard Eléctrica decidió ayer presentar, a partir del próximo 1 de enero, un plan de suspensión temporal de empleo durante tres meses para 3.000 trabajadores de su plantilla actual y para otros 391 trabajadores que todavía no han pasado a integrarse -según los compromisos suscritos en 1984- en la Compañía Telefónica. Asimismo, el Consejo de Administración de Standard aprobó ayer el nombramiento de Miguel Angel Canalejo, hasta ahora consejero delegado de la compañía como nuevo presidente de Standard.

Canalejo sustituye en el puesto a Manuel Márquez Balín, que presentó su dimisión el pasado lunes, y su nombramiento tendrá efectividad en el momento en que queden oficialmente suscritos los acuerdos entre ITT y CGE, y que serán dados a conocer el próximo 7 de enero en Bruselas.Ayer, la dirección de Standard comunicó su proyecto de presentar regulación temporal de empleo para 3.391 trabajadores al comité intercentros de Standard, que dispone de un plazo de quince días para exponer sus planteamientos sobre la propuesta de la empresa. El Ministerio de Trabajo tiene un período similar para emitir su opinión sobre los planes de Standard.

El pasado lunes, y tras una reunión de la comisión de seguimiento para la reconversión del grupo ITT en España, que duró más de cinco horas, UGT se opuso frontalmente a los planteamientos de la multinacional, que pretendía consensuar entre los representantes de la comisión de seguimiento, un expediente de regulación de empleo, también por tres meses, que afectaría a 3.900 trabajadores en Standard, más otros 1.000 en Marconi. La negativa por parte del sindicato hizo que la empresa redujera sus pretensiones, situándola en 3.000 trabajadores, que tampoco fue aceptada, con lo que las posiciones para llegar a un acuerdo dentro de esa comisión siguen ampliamente distanciadas.

La empresa ha optado ahora por utilizar los recursos legales a su alcance y presentar esa regulación de empleo para una parte de la plantilla de Standard, sin descubrir, por el momento, si va a plantar una medida similar para Marconi, empresa que no parece encajar en los planes de la dirección de CGE, socio mayoritario del consorcio CGE-ITT. El último plan de viabilidad presentado por la dirección de ITT España, y que ha sido rechazado por la comisión de seguimiento para la reconversión de Standard, planteaba unas necesidades laborales de 8.870 personas para 1987, lo que representaba un excedente de 3.904 trabajadores de los 12.774 que componen su plantilla actual.

Nombramiento consensuado

Miguel Ángel Canalejo asumirá la presidencia ejecutiva de las empresas de este grupo en España a partir de la formalización del acuerdo CGE-ITT, que tendrá lugar a finales de este año, como inicialmente estaba previsto. El nuevo presidente compatibilizará su nuevo puesto con el de consejero delegado, que ostenta desde el mes de julio de 1984.La propuesta de nombramiento fue realizada por Daniel Weadock, presidente de ITT Europa, y cuenta con el beneplácito de los nuevos socios de la CGE, según confirmaron fuentes de la empresa española.

Miguel Ángel Canalejo es presidente asimismo de Marconi Española y de Job Creation, y hasta su incorporación al grupo de empresas de ITT España ocupaba la presidencia ejecutiva de la multinacional Union Carbide en España, empresa a la que se había incorporado en 1967. Asimismo dirigió durante tres años la sociedad Navarra de Desarrollo e Inversiones (Sande).

Manuel Márquez Balín, que dejó de realizar funciones ejecutivas hace dos años, justo desde el fichaje de Canalejo como consejero delegado, ha desempeñado la presidencia de Standard desde 1972, y ha ostentado diversos cargos en los últimos tres decenios en el grupo ITT España. Según señalaba en una misiva de despedida, Márquez Balín subraya que ha tomado la decisión de abandonar la presidencia de la empresa para dejar manos libres a la nueva estructura accionarial que tomará el consorcio ITT-CGE. "No me mueve a ello en modo alguno ninguna valoración de signo negativo con respecto a la viabilidad de los nuevos enfoques empresariales que se abordan, que entiendo realistas y prometedores, pero sí la sensación de que en esta nueva etapa habrán forzosamente de exigirse unos esquemas de identificación corporativa que pudieran no encajar con la manera en que siempre he entendido la eficacia de mi contribución personal".

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