_
_
_
_
_

Los sindicalistas del Comité Económico y Social critican el desinterés social de la CE

La Comunidad Europea (CE) y sus países miembros no muestran demasiado interés por los temas sociales y laborales, y se va perdiendo en la opinión pública la conciencia comunitaria, según afirmaron ayer sindicalistas del Comité Económico y Social (CES) en el seminario sobre Las instituciones comunitarias y la dimensión social de la CE, organizado por UGT.

Helmut Ries, jefe de la división, de información sindical de la Dirección General de Comunicación de la Comisión Europea, realizó una larga exposición de las dificultades para crear conciencia europea en la opinión pública. Se quejó del escaso interés que los medios de comunicación demostraban por las actividades de la CE y de cómo iba bajando la conciencia comunitaria.En el coloquio, Roger Louet, viejo sindicalista de Force Ouvrière, y hoy secretario general del CES, afirmó que "si no hay una conciencia europea en la opinión pública, es porque a nivel político tampoco la hay. Ni la hay entre los parlamentarios que van a Bruselas y vuelven a su país sin explicar lo que hacen. No es culpa de la Prensa, aunque sea cierto que las páginas de los periódicos el espacio reservado a la CES es cada vez menor. Pero los grandes culpables de esa falta de interés son los Gobiernos que no se sienten comunitarios, que actúan como si no formaran parte del mismo proyecto".

François Staedelin, presidente del grupo sindical del CES, insistiría posteriormente en esta misma idea. "Las medidas laborales que se han tomado en Francia recientemente", dijo, "lo han sido sin tener en cuenta siquiera si estas medidas contradicen las normas comunitarias".

Política común

Staedelin se mostró un punto escéptico sobre los órganos comunitarios. Él, que había empezado declarándose -"para no engañar a nadie"- sindicalista, hizo una ácida crítica del desinterés de la CE y de sus países miembros por los temas de carácter social y laboral. "No es posible un espacio social europeo, sin una política social mínima común para todos los estados,".

Y contó una anécdota escalofriante. "Cuando se discutió una normativa sobre la enfermedad producida por el amianto", dijo, "algunas personas propusieron que las fábricas se trasladaran a Africa. Y argumentaban que al ser una enfermedad que producía la muerte a los 35 años, y tener los africanos una esperanza media de vida de 47 años, no se notarían sus efectos".

En esta línea de amargo escepticismo destacó que en 30 años la CE sólo había dictado tres leyes sociales: la de despido colectivo, la de derechos laborales y la de igualdad entre hombre y mujer. Añadió que, luego, cada país tiene su propia normativa, muy diferente entre sí.

Roger Louet explicó al ministro de Trabajo, Manuel Chaves, la necesidad de que el Gobierno español pusiera en marcha el Consejo Económico y Social a nivel estatal, resaltando la contradición con cualquier país europeo de haber creado primero consejos de nacionalidad. "Eso", dijo, Louet, "crea serios inconvenientes". José María Zufiaur, de la ejecutiva de UGT y vicepresidente del CES, había dicho aquella misma mañana que "la creación del consejo lo llevan todos los partidos en sus programas y ninguno lo cumple".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_