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Más de 20.000 cajas de vino de Jerez exportadas por Ruiz-Mateos a EE UU, en mal estado

Más de 20.000 cajas de vino de Jerez de la marca Dry Sack se encuentran actualmente almacenadas en Estados Unidos en deficiente estado de conservación. El vino corresponde a las exportaciones realizadas por el holding de la abeja durante los años 1979 y 1980, en las cuales se sobrepasó ampliamente la capacidad de compra de sherry del mercado norteamericano.

El distribuidor estadounidense de los caldos reclama ahora a la nueva Rumasa una serie de compensaciones económicas por este vino, de muy dificil venta en el mercado.Las fuertes exportaciones de los años anteriores a 1981 provocaron un considerable almacenamiento de vino de Jerez en Estados Unidos, que superaba en tres veces las ventas reales del caldo. El proceso no se frenó hasta que el importador, la firma The Buckingham Wile Company, con sede en Nueva York, se negó de forma tajante a seguir incrementando sus existencias de vino.

Muestras de ese vino han sido examinadas por los enólogos de la nueva Rumasa, que han comprobado que el caldo está turbio y en malas condiciones, lo que, en lenguaje del Jerez, se denomina remontado, a consecuencia del largo período de almacenamiento. Un técnico de la empresa estatal viajará de forma inmediata a EE UU para evaluar las dimensiones del problema y llegar posteriormente a un acuerdo con el importador y distribuidor.

Fuentes de la Rumasa nacionalizada han manifestado -que el distribuidor norteamericano estaba amarrado por un contrato muy duro firmado con José María Ruiz-Mateos, por el que se comprometía a importar unas cantidades determinadas de sherry, que luego se demostraron poco lógicas para la capacidad de absorción del mercado.

Pero el fundador del imperio Rumasa exigía el cumplimiento de esos cupos, lo que le reportaba los consiguientes beneficios por desgravaciones fiscales, etcétera. Es sabido que la mayor parte del dinero colocado por Ruiz-Mateos en el exterior procedió de las exportaciones de jerez, cuyo valor no fue reintegrado a España.

Los hermanos Ruiz-Mateos se han personado como parte en el juicio que se sigue en el juzgado del Distrito de Columbia por la propiedad de la marca Dry Sack. Fuentes próximas al empresario señalaron esta semana al corresponsal de EL PAÍS en Jerez que la marca vendía en el mercado norteamericano el 40% de su producción total, valorada en unos 40 millones de dólares, por lo que, de prosperar su reclamación en EE UU, Ia familia Ruiz-Mateos tendría derecho a 16 millones de dólares".

Las exportaciones de vino a EE UU en 1982, el año anterior a la expropiación, apenas se elevaron al 3% de la producción total. En 1983, los envíos a Estados Unidos fueron de 43.000 cajas, de 59.000 en 1984 y de 85.000 en 1985, "tratando de compensar un poco la relación venta / stocks", según las fuentes de Rumasa.

Un gran lago

Con todo, el problema de las existencias norteamericanas de Dry Sack es pequeño comparado con el llamado sherry lake, o lago de jerez, existente en el Reino Unido, producto de las exportaciones de vino de Jerez a granel, que entre los años 1979 y 1982 alcanzó los 14,5 millones de litros. Los tribunales británicos nombraron un administrador judicial para estos caldos, el cual saca todos los años a subasta una partida para hacer frente a los gastos de almacenamiento.La más reciente ha tenido lugar después del verano, y en ella se han vendido 800.000 litros, que han sido adquiridos por la sociedad holandesa Roders, ligada a la antigua red exterior de José María Ruiz-Mateos.

Actualmente quedan unos ocho millones de litros de ese vino, que tiene graves problemas de comercialización por las adherencias de calcio, consecuencia del prolongado almacenamiento en grandes depósitos de hormigón, muy dificil de hacer desaparecer en un posterior proceso de elaboración previo a su venta.

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