Rara comunicación
El VII Festival de Jazz de Madrid ha dado comienzo con un concierto de los que pueden colocarse en el orden de lo profundo: dentro del género de la música de cámara, que es donde más crudeza e intensidad musical suele encontrarse.Un concierto de carácter íntimo, en tonos cálidos y cercanos, a cargo del cuarteto de John Abercrombie y Mikel Brecker. El prólogo, a cargo de los brasileños Helio Delmiro, César Camargo Mariano y Paulo Moura, tuvo una orientación similar, excepción hecha de las connotaciones nacionales en la música de aquel país, y una realización escasa. Sin perder de vista la belleza de las composiciones y la forma en que fueron presentadas, el trío no llegó a rendir, pese a todo el empeño del pianista César Camargo, que se bastaba por sí mismo.
VII Festival de Jazz de Madrid
Música de cámara. Helio Delmiro, César Camargo Mariano y Paulo Moura John Abercrombie Quartet. Alcalá Palace, 5 de noviembre.
John Abercrombie (guitarra sintetizada), Mikel Brecker saxo y steiner phone), Marc Johnson (contrabajo) y Peter Erskine (batería) marcaron desde el primer momento la diferencia. Una calidad instrumental insuperable (casi insultante en el caso de Erskine para los baterías), una compenetración fuera de lo común y un perfecto dominio y conocimiento de los temas que intepretan, determinan un hecho sonoro pulido, rotundo, definitivo como el metal noble, pero con la fragilidad y delicadeza del pan de oro.
La rara comunicación que se ha establecido entre estos cuatro músicos se hace patente en su música, altamente pasional al mismo tiempo que contenida y perfectamente centrada en su órbita. En esa emoción callada juega un papel de especial importancia la utilización del silencio. Los huecos que salpican las improvisaciones y / o las partes acompañantes -aún más impresionantes- tienen un carácter dramático (y a veces incluso gestual) que jalona todo el discurso musical. La fuerza de la ausencia no sólo tiene efecto sobre lo que le sigue o antecede por contraste, sino que tiene peso en sí misma. Puede decirse que se oye lo que acaba de ser sustraído.