Otro independiente en Fleet Street
A PARTIR del pasado lunes, un nuevo periódico, con el sugestivo y al mismo tiempo combativo título de The Independent, se ha unido a los otros 10 diarios nacionales que aparecen todos los días en Londres, con una circulación total superior a los 15,5 millones de ejemplares por día.El hecho de que con esa circulación millonaria aparezcan nuevos periódicos diarios en el Reino Unido demuestra que el negocio periodístico sigue resultando atractivo si se contempla desde el marco de la renovación y que hay quien apuesta por ésta incluso desde sectores conservadores y no por mantener en pie los viejos paquidermos de la reaccion.
En el nuevo periódico británico, lanzado en 18 meses por una serie de profesionales a cuyo frente se encuentra el ex redactor jefe de la City del conservador Daily Telegraph, Andreas Whittam Smith, de 49 años, concurre además una circunstancia digna de figurar en el Guiness book of records. The Independent es el primer periódico de calidad lanzado al mercado desde el nacimiento, hace 131 años, del Dady Telegraph and Courier y confirma la tendencia creciente manifestada por los lectores, tanto en Europa como en Estados Unidos, Canadá y Australia, hacia los diarios de este tipo, frente a los que la jerga periodística de Fleet Street denomina populares, como The Sun, The Mirror, Dady Express y Dady Mail.
La propiedad del periódico está totalmente repartida entre las 30 instituciones financieras y el personal, que han suscrito los 18 millones de libras (unos 3.200 millones de pesetas) invertidos hasta el momento en su preparación y lanzamiento, con una cláusula estatutaria que prohíbe que ningún socio pueda tener más del 10% de las acciones. Un verdadero contraste con el resto de los periódicos nacionales, bien en manos de un solo propietario -como Rupert Murdoch o Robert Maxweil en el caso del Times o Sun el primero y el grupo Mirror el segundo- o de grandes compañías, como Fleet Holdings, nuevos propietarios del grupo Express.
La neutralidad política de los accionistas, la independencia de la redacción y lo que Whittam Smith considera -con una subjetividad comprensible aunque demasiado parcial- los compromisos de otros periódicos nacionales constituyen la raison d'être del nuevo periódico. "El periodismo del más alto nivel no puede florecer cuando se lo impiden unas prácticas sindicales restrictivas o los prejuicios políticos de la propiedad", ha escrito con acierto el director del periódico.
A pesar de estos buenos deseos, la andadura de The Independent no será fácil, aunque sólo sea por la calidad de competidores como The Times, The Guardian, Financial Times y Dady Telegraph. Pero como ha señalado el Financial Times, la salida del nuevo título constituye "un paso saludable en la dirección de un mayor pluralismo". Y un síntoma evidente de que se siguen equivocando quienes anuncian el fin del periodismo escrito como algo irremediable en el futuro.
