Monopolio del mercado de estupefacientes
El Estado español, a través de Sanidad, y sobre una base legal ratificadora de convenios internacionales, actúa con carácterde monopolio para producir y, comercializar estupefacientes; lícitos, centralizar el control de estos y los ilícitos, y relacionarse con la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) en la ONU.La expansión del mercado ¡lícito de la droga derivada de las guerras del opio entre Inglaterra y China en el siglo pasado y los problemas de adicción advertidos en enfermos tratados con opiáceos -a principio del siglo actual comenzó la utilización medicinal masiva de estos fármacos-, movieron a la Sociedad de Naciones a adoptar las primeras medidas de control de estupefacientes en 1912, en que se suscribió el primer Tratado del Opio.
España aplicó este tratado en 1928 con la creación de un organismo autónomo denomilnado Restricción de Estupefacientes, siendo ministro de la Gobernación Severiano Martinez Anido. En 1944, la Ley de Bases de Sanidad Nacional lo reconviertió en servicio con amplias funciones.
El convenio internacional sobre etupefacientes tramitado por la ONU en 1961 y ratificado por España en 1967 originó la Ley de Estupefacientes, que regula en nuestro país el tráfico lícito y el ilícito a través de la Dirección General de Farmacia, y, en concreto, del citado servicio, homólogo al de 130 paises.
Desde hace tres años, y bajo el control sanitarío y de la Guardia Civil, España produce en Andalucía un tipo de adormidera. De ella se extraen los derivados del opio -principalmente morfina y, de ésta, codeina- suficientes para las necesidades internas. Exporta el 50% de la producción de las 3.500 hectáreas encultivo.
Este cultivo está adjudicado a la empresa Alceliber, del grupo Antibióticos SA. El centro de recolección se encuentra en Carmona (Sevilla) y la fábrica de transformación en Tolecto. La producción, comprada en su integridad por la Administracion pública, supone un valor de unos mil millones de pesetas al año. Las bases faririacológicas obtenidas se depositan en la cámara de la droga dependiente de dicha dirección general en Madrid.
La reconversión de los opiáceos -morfina y heroína- decomisados para su aprovechamiento medicinal no se realiza por no ser rentable, dados los costes que conllevaría por las impurezas de la droga en el mercado ¡legal. La heroína no se utiliza en nuestro país -sí en Reino Unido- como analgésico. De los decomisos de coaina -derivada de la coca y, en general, más pura-, a veces se reconvierte un kilo, pues el consumo sanitario anual en España es de un kilo y medio.
