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La policía investiga la muerte de un musulmán que había sido detenido tras una pelea

Carlos Yárnoz

Las autoridades de Melilla han iniciado una investigación sobre la muerte en extrañas circunstancias de un musulmán residente en Marruecos, que se produjo en la mañana de ayer en el hospital de la ciudad, a donde había sido conducido por la policía el pasado día 22 después de haber sido llevado por varios agentes a la frontera hispano-marroquí. El fallecido es Mohamed Ahrika, de 44 años, quien, según un testigo presencial, fue conducido herido a la frontera el pasado día 22.

El delegado del Gobierno en Melilla, Andrés Moreno, manifestó ayer que, en principio, la muerte del musulmán marroquí pudo producirse por problemas cardiorespiratorios que padecía, agravados por el estado de "coma etílico agudo" en que llegó al hospital. Moreno confirmó que se ha abierto una investigación, pero que, a falta de los resultados de la autopsia, todo indica que se trató de una muerte natural.Abdelkader Mohamed Abselan, de 43 años, comerciante residente en Melilla, declaró a la policía el pasado día 22 que, hacia las 16.20 de ese día, y cuando se encontraba en las inmediaciones de la frontera hispano-marroquí de Beni-Enzar, observó que, desde un coche policial, era bajado un ciudadano que quedó tendido en el suelo quejándose en voz alta de alguna herida que había recibido en circunstancias no aclaradas.

Mohamed Abselan, según su propia declaración, llamó la atención de los policías sobre el estado en que se encontraba la persona tendida en el suelo, por lo que los policías decidieron trasladarlo a la casa de socorro y, posteriormente, al hospital, donde se le apreció "posible fractura de rótula", "coma etílico agudo" y problemas cardiorespiratorios.

Según la versión policial, el fallecido se encontraba en la tarde del pasado 22 en la cafetería California, en el centro de Melilla, participando en una pelea con varios clientes. Una dotación policial acudió al lugar y, al comprobar que se trataba de un ciudadano marroquí, lo trasladó a la frontera para expulsarlo al país vecino. Fue en la frontera, según esta versión, donde el citado comerciante comunicó a los policías el estado en que se encontraba el herido y los agentes decidieron trasladarlo al centro sanitario.

Un asunto de drogas

La muerte de este musulmán se produce dos días después de que falleciera el joven español Antonio Rábago Casas, tras ser apuñalado por un musulmán. En este caso, y según la versión policial facilitada al delegado del Gobierno, la pelea entre el agresor y el fallecido se produjo cuando varios jóvenes se disputaban varios gramos de hachís. El fallecido estaba casado con una musulmana y tenía numerosos amigos entre el colectivo musulmán.La muerte de una y otra persona ha sido utilizada en las últimas horas por los colectivos cristiano y musulmán para poner de relieve la tensión que existe en Melilla entre ambas comunidades. Sin embargo, Moreno Aguilar aseguró ayer que todo es una maniobra de grupúsculos "airados e intolerantes" de ambas partes, ya que las dos muertes nada tienen que ver con las discrepancias existentes entre ambos colectivos.

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Moreno Aguilar señaló que, a pesar de la tensión que desde hace meses se registra entre musulmanes y cristianos, hasta última hora de la tarde de ayer no se había producido incidente alguno de importancia en la ciudad, a la vez que hizo un nuevo llamamiento a la serenidad.

De otro lado, ocho asociaciones han constituido en Madrid la denominada Comisión Cívica, frente al Racismo y han convocado una manifestación para el día 28 en el paseo del Prado de Madrid. La comisión, avala su convocatoria con la firma de escritores y de artistas flamencos. Los promotores de la comisión citan los ejemplos de los ataques a grupos gitanos y a comunidades de extranjeros y los sucesos recientes de Melilla.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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