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ELECCIONES LEGISLATIVAS

Pescadores de Fuenterrabía: primero votar, luego al piquete

Vestidos de domingo y salpicados generosamente con agua de colonia y loción de afeitado, los piquetes de arrantzales (pescadores vascos) de Fuenterrabía votaron ayer temprano para reincorporarse a sus puestos de vigilancia en las carreteras y los pasos fronterizos. Alguno se paseaba a mediodía con una gruesa piedra olvidada en la mano por las inmediaciones del colegio electoral instalado en la Casa del Mar, frente a los buques de guerra franceses fondeados en la desembocadura del Bidasoa. Los arrantzales dicen que sí, que cabe esperar un mayor apoyo electoral al radicalismo, y quizá también un aumento de la abstención. "Pero no tanto", rectifican a continuación, "que aquí no cambiamos fácilmente de voto, y a la gente no le gusta que otros decidan por él".Hace poco más de una semana, la cofradía de pescadores de Fuenterrabía prohibió que sus locales fueran utilizados como colegio electoral, y algunos grupos de arrantzales llegaron a proponer un boicoteo masivo a las elecciones. La propuesta no cuajó siquiera entre los pescadores, pero, en cualquier caso, ilustra esa sensación, mezcla de crispación, de desamparo ante el futuro más inmediato y de desconfianza ante las fuerzas políticas, que impregna hoy las actitudes de los arrantzales.

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Los viejos pescadores de Fuenterrabía ya retirados, que matan las horas en la sociedad de la Casa del Mar en interminables partidas de cartas, relatos y discusiones, decían ayer haberse abstenido de votar por primera vez desde la llegada de la democracia. Esos pescadores mascullaban ayer críticas amargas no sólo contra el Gobierno socialista de la Administración central, sino, lo que es mucho más novedoso, también contra el propio Gobierno vasco.

"A nosotros nos mandan a la Guardia Civil, a la policía y a la Ertzantza, mientras los gendarmes protegen a los agricultores franceses que queman los camiones españoles", afirmaba uno.

A lo largo de la mañana, sin embargo, el índice de participación en los colegios electorales de Fuenterrabía no acusaba un aumento de las posturas abstencionistas.

Con la consolidación de los intereses turístico-especulativos y el asentamiento acelerado de una burguesía formada por jubilados de alto nivel adquisitivo y profesionales, la comunidad de pescadores de Fuenterrabía, de unos 700 trabajadores, ha visto reducida su influencia en la vida política local y su peso poblacional en una localidad que tiene ya 12.000 habitantes. Al margen de que buena parte de la población haya secundado el boicoteo al consumo de pescado y que todas las fuerzas políticas -Herri Batasuna con especial énfasis- hayan apoyado expresamente las movilizaciones de los arrantzales. Los tres grupos sociológicos que componen la población de Fuenterrabía -los naturales de la localidad, los emigrantes y los nuevos residentes pueden ser localizados geográficamente en la zona de La Marina, el barrio de Mendelu y las nuevas urbanizaciones de villas y viviendas de semilujo. El PNV obtuvo el 45% de los votos en las últimas elecciones y cuenta con 10 de los 17 concejales:

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