_
_
_
_
_

98 colonos de Córdoba compran una finca a duquesa de Alba

La tierra, al final, ha sido para el que la trabaja. Los 98 colonos de la finca Pedro Venegas, única propiedad de la duquesa de Alba en el término municipal de Castro del Río (Córdoba), han comprado los tres cortijos que la forman mediante el pago de 105 millones de pesetas por las 467 fanegas de secano y regadío que abarca.La firma de las escrituras de propiedad entre el administrador de la casa ducal y los agricultores cerró la pasada semana dos años y medio de difíciles negociaciones y varios siglos de vaivenes hereditarios. La producción de esta extensión de tierra -fundamentalmente, cereales- se ha visto determinada en los últimos 40 años por la actuación distributiva que había diseñado anteriormente el Gobierno de la Il República, que aplicó en ella la reforma agraria. La expropiación fue anulada tras la victoria del franquismo, pero el reparto de parcelas ha permanecido en régimen de arrendamiento hasta el logro de esta solución definitiva.

"Al pueblo le ha tocado la primitiva", según Lázaro Bello, artífice de la operación de compraventa, que actúa como secretario de la Sociedad de Transformación Agraria, a la que pertenece la mayoría de los colonos. "Se ha comprado una tierra por un precio tres veces menor del que vale", añade. Con este criterio coincide el administrador de la duquesa, Manuel Santaolalla, quien, cuando firmó la venta, apeló al sentido espiritual del dominio, a la recompensa que para el agricultor significa sentirse dueño de la tierra que trabaja. No obstante, al margen de sensaciones y por encima del propio logro de esa reiterada e histórica reivindicación jornalera de posesión, la operación puede tener una notable trascendencia para la economía del pueblo, de 7.800 habitantes y situado a 40 kilómetros de la capital. Hasta ahora, el coste anual del arrendamiento -6.000 pesetas por fanega- representaba para la duquesa. de Alba tres millones de pesetas de renta anual por esta finca, una pequeña parte de las tierras que posee en la provincia, unas 3.000 hectáreas.

La propia potenciación y desarrollo de la productividad está en la mente de los nuevos propietarios y de la citada sociedad agraria, que, para rnayor agilidad en su fúncionamiento, parece abocada a reducir su número de miembros actuales (79), una vez conseguidos los préstamos individuales que pretendían los colonos. A través de la sociedad, la Caja Rural Provincial ha otorgado más de 73 millones de pesetas en 79 créditos al 15% de interés para financiar el 80% del valor de la tierra comprada por otros tantos colonos. Para el 20% restante, estos 79 agricultores han obtenido préstamos del depósito agrícola municipal, amortizables en cuatro años con un 5% de interés. Los 19 agricultores restantes utilizaron en la compra sus propios recursos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_