Suspensión en EE UU de la fabricación de Tylenol y alarma por el envenenamiento
El Gobierno norteamericano ha decretado una alarma nacional para descubrir quién está envenenando con cianuro el Tylenol, el más popular analgésico del país. Mientras tanto, según informa Reuter, los fabricantes de Tylenol han suspendido la producción de este analgésico, después de que el fiscal competente estimara que alguien pudo añadir cianuro a las cápsulas de este medicamento que produjeron la muerte de la joven Diane Elsroth.
Los telediarios comienzan con la advertencia de que se suspenda el consumo de Tylenol en cápsulas, en su modalidad extra fuerte, y las noticias sobre Filipinas o el Challenger ceden el paso al escándalo del envenenamiento. Los supermercados están retirando de sus estantes los frascos de este producto, que se vende sin receta y que para millones de madres a lo largo del país constituye un remedio casi mágico contra las calenturas infantiles. Los psiquiatras comienzan a buscar el retrato robot de la persona o personas que han podido envenenar el Tylenol.Un segundo envase de Tylenol, el más fuerte competidor de la aspirina, contra la que los pediatras tienen aquí prevenciones mucho más fuertes que en Europa, apareció el jueves con cinco cápsulas de cianuro en las afueras de Nueva York. Sólo cuatro días antes, Diane Elsroth, joven de 23 años, aparentemente en buena salud, murió tras ingerir una cápsula de Tylenol envenenada con cianuro. Los fabricantes del producto, Johnson and Johnson, cuyas acciones han bajado en la Bolsa tras conocerse la noticia, se han visto obligados a lanzar un aviso nacional contra el consumo de la medicina, apoyado por la agencia gubernamental que controla los medicamentos, la Federal Drug Administration (FDA).
Sin receta
El Tylenol es uno de los tres analgésicos y antipiréticos que se venden sin receta en Estados Unidos, en competencia con aspirina y Advil. Este suceso desatará aún más la gran batalla comercial de los analgésicos, que luchan por un mercado de drogadictos, con anuncios similares a los de los detergentes que lavan más blanco. La FDA considera a los tres igualmente efectivos contra la fiebre y dolores no muy fuertes. El Tylenol está compuesto por acetaminofeno, aumenta la capacidad de soportar el dolor, por causas no muy bien explicadas, y suprime la fiebre actuando sobre el centro cerebral regulador de la temperatura. Tiene a su favor, frente a la aspirina, a la que en este país se culpa de efectos muy nocivos, que no daña al estómago.La prohibición de vender Tylenol afecta a cinco Estados, entre ellos Nueva York y California, los más poblados del país. Pero los supermercados de otros 34 Estados han comenzado a retirar el medicamento de sus estantes. Las autoridades dicen que, al parecer, el envenenamiento está confinado a Nueva York, pero la prudencia exige mantener la alerta a nivel nacional. El aviso no afecta al Tylenol líquido, que es parte habitual de la cesta de la compra y cuyo sabor de fresa encanta a los bebés, y sólo se refiere a las pastillas más fuertes. En 1982, siete personas murieron envenenadas en Chicago por cápsulas de Tylenol que contenían cianuro.
Después de revisar 60.000 pastillas en el área de Nueva York, las autoridades federales hallaron el jueves un segundo frasco con cianuro en un supermercado de Bronxville (un suburbio de Nueva York), en un almacén Woolworth situado a sólo dos manzanas del supermercado donde fue adquirido hace dos semanas el que acabó con la vida de Diane Elsroth. La joven, hija de un policía, se encontraba el pasado sábado pasando la velada en casa de su novio cuando se sintió mal con síntomas de gripe. Su prometido, Michael Notarnicola, abrió un envase nuevo de Tylenol extra fuerte, de 24 grageas, y le dio dos comprimidos. Pasadas 12 horas, Diane aparecía muerta.
