Los partidos políticos de Melilla protestan por el acuerdo entre Interior y los musulmanes

"Entreguismo", "engaño del Gobierno a los melillenses", "bajada de pantalones" e "inconstitucionalidad" son algunos de los calificativos expresados por los partidos políticos de Melilla al acuerdo suscrito el lunes entre los ministerios del Interior y de Justicia y los representantes de las comunidades musulmanas de esta ciudad y de Ceuta, por el que una comisión mixta definirá el arraigo de cada individuo con vistas a la concesión de la nacionalidad española.

Estos partidos, que movilizaron al colectivo cristiano el 6 de diciembre, en una manifestación a la que asistieron 40.000 personas en defensa de la aplicación estricta de la ley de extranjería, ahora se sienten engañados. Algunos observadores no descartan que este malestar pueda derivar en algunos incidentes aislados entre miembros de las dos comunidades enfrentadas.Luis Fernández, presidente de Alianza Popular, ha dicho que el acuerdo "no hay por dónde cogerlo". Se ha creado una comisión mixta "de espaldas a las instituciones y a los partidos políticos, que son los representantes de la soberanía popular de Melilla, y se da entrada en la misma a la comunidad musulmana, que legalmente no existe".

En el acuerdo, añade el dirigente aliancista, se habla de elaborar un censo de ciudadanos musulmanes residentes en estas ciudades, y se añade que la información van a proporcionarla los citados colectivos, cuando estos datos deberían proporcionarlos las instituciones (Ayuntamiento, Gobierno, etcétera). "Los dirigentes musulmanes dirán lo que quieran, pero la sugerencia de los criterios para definir el concepto de arraigo de los residentes en Ceuta y Melilla deben realizarla los representantes del pueblo español: partidos e instituciones". El dirigente aliancista califica asimismo de inconstitucional el punto del acuerdo donde se permite a la comunidad musulmana realizar propuestas para los proyectos y realizaciones del Gobierno en Ceuta y Melilla de cara a mejorar las condiciones de vida de todos sus habitantes.

José Imbroda, presidente de la Unión del Pueblo de Melilla (partido que cuenta con cinco concejales en el Ayuntamiento de esta ciudad), calificó la reunión de los musulmanes con la Administración de demencial y anticonstitucional. "Es una bajada de pantalones del Gobierno de la nación. Es una barbaridad que los datos del censo los aporte el colectivo musulmán. Es el abandono total y absoluto de Melilla por parte del Gobierno, y habrá que tomar medidas. Se nos ha engañado".

Jesús Huerta, del Centro Democrático y Social, dijo que su impresión sobre el acuerdo no era positiva. No criticaba el contenido, pero sí la vacilación exhibida por el Gobierno en la aplicación de las leyes. Manifestó asimismo su oposición a que las instituciones melillenses sean excluidas de la comisión mixta para la aplicación de la ley de extranjería.

Mitin en Nador

Algo más prudente se mostró el vicesecretario general del PSOE, Ramón Dobaño, que se pronunció a título personal ("la postura oficial deberá tomarla la ejecutiva") sobre el acuerdo de Madrid. Dobaño se congratuló por la situación de diálogo y de respeto a las leyes que supone el acuerdo, y añadió que su partido había propiciado desde el principio estas vías para solucionar el conflicto.Advirtió, no obstante, que la integración del colectivo musulmán debe realizarse de forma discriminada, analizando cuidadosamente caso por caso.

Por otra parte, ayer se celebró en Nador, ciudad fronteriza con Melilla, un mitin del Partido Socialista Marroquí en reivindicación de la soberanía sobre Ceuta y Melilla. Las autoridades marroquíes impidieron el acceso de un periodista de este diario a este mitin mediante retrasos no justificados (tres cuartos de hora largos) en el sellado del pasaporte.

Uno de los múltiples policías con los que se conversó advirtió al redactor que en el mitin del pasado domingo se habían incumplido las prohibiciones de realizar fotografías en el mitin del Istiqlal, y que se necesitaba por ello una autorización especial.