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Crítica:POP
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Pete Townshend., poderoso en el Midem

Pete Townshend, compositor, guitarrista, cerebro de The Who, grupo histórico, actuó el pasado 29 de enero en una carpa circense de Cannes (Francia), ante más de 2.000 personas, en el festival del mercado internacional del disco (Midem 86) que allí se celebra. Townshend se acompañó del guitarrista David Gilmour (Pink Floyd) como artista invitado y de 15 músicos más. Como actuación previa, el intérprete francés Jacques Higelin ofreció un recital muy completo.Jacques Higelin, ayudado de excelentes músicos, repasó un gran número de estilos musicales tradicionales y modernos -soul, funky, swing- e incluso flamenco español. Toca el piano y la guitarra, pero, sobre todo, canta con brío e interpreta con dominio de la escena cada una de las historias, casi siempre cotidianas, que cuenta. Además, logra comunicar con el público a base de una capacidad expresiva muy aprendida. Es un músico más conceptual que visceral. Su éxito actual, Alerter les bebee, fue coreado con un grito final de Big Jacques, apodo afectivo de la gran audiencia de este artista.

Pete Townshend hizo olvidar a Higelin durante hora y media de rock misceláneo, maduro y espectacular. "Disfruto haciendo música", declaró en una entrevista emitida por la pantalla de vídeo, "y haciendo discos, tocando, yendo a mi casa y recibiendo un buen cheque que demuestra que mi disco ha gustado a la gente y por eso se lo ha comprado". Apareció saltarín, sonriente, con aspecto de chalado, avalado por cinco músicos de viento, por el mejor batería británico -Simon Phillips-, tres vocalistas masculinos blancos y dos cantantes negras, un bajista, un tocador de armónica vestido de botones al modo de AceSting en Quadrophenia, un teclista, una percusionista impecable -Jody Lindscott- y rodeado de las cámaras de televisión del programa alemán Rockpalast, que patrocinaba el concierto.

Se sucedieron grandes canciones de The Who, como Behind the blues eyes, y sus cuatro elepés en solitario, como el sencillo reciente Fase to fase, una obra maestra de idea y composición. David Gilmour, guitarrista elegante y discreto, se contagió de la locura genial, de la grandeza musical de Townshend, se lució en algún blues tradicional y llegó a cantar con cierta timidez. En la salida final, Pete Townshend, solo y a la guitarra acústica, con una versión dura de Bim-ball Wizard, de su ópera rock cinematográfica Tommy. En él se confirma que un músico, un artista, se torna genial a medida que va perdiendo los prejuicios, cualesquiera que éstos sean.Townshend, por su excelente potencia creativa, contestó: "Creo en Dios; no puedo explicar cómo ni por qué, pero sé que influye en mi energía para componer, para cantar y tocar música". Su último elepé, White city, es realmente la banda sonora de su nueva película en vídeo.

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