Más sobre 'La clave'
Seguramente, Televisión Española tendrá algo especial para que siempre estemos hablando de ella. La última noticia es que desaparece La clave.¡Qué sensibles somos a los atentados contra la libertad y el pluralismo! Recuerdo un programa de Usted, por ejemplo, dedicado a la OTAN; se retrasó su emisión y rápidamente todo el mundo se escandalizó pensando en la censura. En Su turno también hubo algún que otro momento delicado. Son cosas que siempre ocurren. Cualquier día descubriremos un caso auténtico de intervención administrativa inconstitucional. No hay que dormirse.
Pero en el caso de La clave, lo que desaparece, y por razones plausibles, es un programa cuyo director hacía su santa voluntad. A mí personalmente no me parece bien que un empleado de Televisión Española empiece a creerse un dios. Al señor Balbín muchos le
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acusan -acusación que recogía su periódico el día 29- de mostrar "tendencia al martirologio cuando las cosas no van a su gusto", y el hombre tiene un modo de quejarse muy efectivo. Además, logra que muchos otros se quejen con él, ante el temor de que su programa caiga, víctima de la censura, y los telespectadores vean desvanecerse el último reducto de libertad de expresión en Televisión Española.Le agradezco al señor BaIbín su deseo de proteger los intereses del público y de la democracia. Pero si le mueve el narcisismo o el gustillo por los beneficios (de todo tipo) que le proporcionaba ser el director de La clave, que lo diga también. Se lo pido en nombre del derecho a recibir una información completa y veraz- Inmaculada León Cohos.
