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Fermín Zubiri

Juez instructor de las diligencias sobre la muerte de Mikel Zabalza

Fermín Zubiri Oteiza, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona, que instruye las diligencias sobre la muerte de Mikel Zabalza, considera que hay que hacer todo lo posible para esclarecer las circunstancias en que se produjo el fallecimiento del joven navarro y está dispuesto a Ilegar hasta donde sea preciso, caiga quien caiga, si alguien tiene que caer", aunque expresa sus dudas sobre la posibilidad de que se alcance la verdad absoluta y que, por tanto, difícilmente va a ser posible contentar a todos.

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Pese a su juventud -Fermín Zubiri tiene 29 años-, ha demostrado su independencia y competencia en este caso. El titular del Juzgado de Instrucción número 2, partidario de la música desenfadada -aunque dentro de ella prefiere a Mecano o Alaska- ha recibido el apoyo del Consejo General del Poder Judicial.Fermín Zubiri, recién casado, antes de hacerse cargo del caso únicamente sabía de Mikel Zabalza lo que habían publicado los medios de comunicación. Horas después, sin embargo, de que se lo encomendaran, había ordenado el levantamiento del cadáver del joven encontrado muerto por la Guardia Civil, en el río Bidasoa, en el término navarro de Endarlaza. Por primera vez en su vida, aquella ajetreada noche asistiría a una autopsia, la que practicaron dos médicos forenses en el Instituto Anatómico Forense a Mikel Zabalza. Desde entonces ha vivido unas horas muy intensas, sin apenas tiempo para descansar -"las horas habituales de comida en estos días han sido las cinco de la tarde" señala- y confiesa que no ha tenido ningún problema y tampoco ha recibido ninguna indicación -"no lo hubiese admitido", puntualiza rápidamente- Ha habido gran corrección por ambas partes.

En su opinión éste ha sido, desde luego, el caso más problemático, por su trascendencia, que ha tenido en su corta carrera judicial. Cuando se le pregunta si se podrá llegar al fondo de lo ocurrido contesta: "la justicia, en principio, tiene sus limitaciones y en cualquier caso, la verdad absoluta, es decir, la verdad de forma que todo el mundo quede convencido de que se ha llegado a la conclusión cierta en el sumario, de modo que nadie dude de lo que ha ocurrido, eso no lo sé".

Fermín Zubiri, que ha recibido el apoyo del vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial, es licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra. Fue uno de los primeros jueces en poner en práctica el procedimiento de hábeas corpus a un detenido al que se le había aplicado la legislación antiterrorista, lo que ocurrió el pasado mes de junio. Consiguió por oposición, a los 24 años, la plaza de juez de Primera Instancía y meses después obtenía también por oposición la plaza de juez de distrito, pasando después a ser juez de instrucción. Considera que quizá influyó en su decisión de seguir la carrera judicial el hecho de que toda su familia esté vinculada al mundo de la abogacía, ya que su padre es fiscal en San Sebastián y sus dos hermanos son también abogados. "Quizá sea un poco monótono", reconoce.

La justicia, en su opinión, es una función pública que está ahí para servir a la sociedad, aunque considera que el ciudadano de a pie está todavía alejado de lo que es en realidad. "Por el momento, quizá, no conecta demasiado con la justicia y la encuentra un podo distante, alejada. Fermín Zubiri cree que ha cambiado la imagen tradicional del juez. Él se define como un profesional de la justicia y como cualquier otro juez al que le gusta pasear o ir al fútbol, deporte en el que confiesa que es forofo de Osasuna.

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