CAI Zaragoza, 96; TDK Manresa, 93
El CAI Zaragoza sigue con el santo de cara. Sólo así se explica la victoria de anoche sobre el Manresa, que hace la cuarta o quinta de las obtenidas por los aragoneses a base, ante todo de fortuna.Una mano inesperada, un balón perdido, un tiro inverosímil, un fallo infantil del rival o un error crucial de los árbitros están siendo el principal bagaje zaragocista en lo que va de Liga y uno de sus más importantes aliados a la hora de mantener la posición de privilegio que ocupa en la tabla.
Otra cosa muy distinta es el juego, que sigue siendo deslabazado y discontinuo, lo que trae siempre la zozobra al graderío y agiganta a adversarios como el Manresa, al que sólo le faltó un poco de convencimiento y de fortuna para alzarse con el triunfo. Mayes fue una pesadilla para el equipo local, que anduvo siempre por detrás de los catalanes hasta llegar a los instantes decisivos, cuando se produjeron un par de lances con suerte y finalmente un balón sin dueño fue a parar a las manos de Riley, quien anotó la canasta más importante del partido.
El Manresa aún tuvo su oportunidad a falta de,14 segundos pero jugó mal este ataque y sólo consiguió una nueva posesión de balón a cuatro segundos del límite, que desperdiciaría al pisar Palacios la raya de banda. Luego, con el reloj a cero, un libre de Aleksinas sentenció el resultado definitivo.
En suma, un nuevo triunfo del CAI obtenido sin brillantez alguna y cuyo único consuelo para la parroquia local es que se cimentó sobre el esfuerzo de la nueva generación de jugadores aragoneses Zapata, Capablo y Arcega II- pues los consagrados Díaz y Llorente atraviesan un momento de forma flojísimo.
CAI Zaragoza: Díaz 15, Llorente 3, Rilley 16, Alexinas 28 -cinco incial- Zapata 10, Capablo 13 y Arcega 11 11.
TDK Manresa: Blanco 11, Creus: 13, Palacios 17, Frazer 13, Mayes 37, Piña 2, Savater 0.