La patronal confía en pactar con el Gobierno sobre el Mercado Común

En las últimas semanas era sólo un deseo de la CEOE: llegar a un acuerdo con el Gobierno para que las empresas afronten mejor la entrada en la CEE. Al mediodía de ayer, la patronal tenía confianza en lograrlo.Cuando salían de la apertura del congreso empresarial, tres miembros de la ejecutiva de la CEOE dijeron estar seguros de que sus iniciativas tendrán eco ante Felipe González y sus ministros económicos, con quienes se reunirán en "sesión de trabajo" a principios de la próxima semana para trasladarles las conclusiones congresuales. Les pedirán mayor flexibilidad laboral y menores impuestos y cuotas sociales para las empresas. Y que los los sectores afectados participen indirectamente de lo que se hable en Bruselas.Por estas expectativas y por la propia presencia del Rey, un acto cuyos primeros preparativos fueron orientados como una amenaza de grandes críticas para el Gobierno ha sido vivido por los organizadores como un espaldarazo institucional a la figura del empresario.

Así lo interpretaba el presidente de CEOE, José María Cuevas, quien advertía: "He tenido exquisito cuidado en no citar ni una sola vez al Gobierno". Moderado conforme llegaba el día, de su discurso desaparecieron incluso párrafos escritos el miércoles. Donde iba a decir "si hacen falta más empresas, búsquense los culpables entre aquéllos que han desanimado hace muchos años...", dijo "...dediquémonos todos a fomentar las vocaciones empresariales".

Los empresarios felicitaron a Cuevas. "Colosal, perfecto", le decía el presidente del Círculo de Empresarios, José Joaquín Ysasi Ysasmendi.

En que "ha sido un buen discurso" coincidía el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, quien confirmó que el Gobierno está dispuesto a discutir las conclusiones del congreso, "como un documento más de trabajo. "Estoy convencido de que el estímulo empresarial ha de jugar mucho en esta etapa", agregaba Joan Majó, titular de Industria.

Pero la mayor satisfacción de los empresarios más conocidos, según declaraban, fueron las llamadas del Rey a la concertación social y sus elogios a la empresa.

"Se ha convertido en un empresario más y así tendremos más ilusión y confianza", decía el líder de los banqueros y presidente del Central, Alfonso Escámez. "Nos ha animado a seguir trabajando e invirtiendo para afrontar el gran reto de Europa", indicaba el presidente del Banco de Bilbao, José Ángel Sánchez Asiaín.

Por el sector público, el presidente del Instituto Nacional de Industria, Luis Carlos Croissier, precisaba: "Las empresas públicas están afiliadas a la CEOE y darán su apoyo a lo que sea bueno para la empresa. No creo que haya distinciones con las privadas".

Los líderes de la oposición conservadora, quienes se habían sentado junto al embajador soviético, Yuri Dubinin, también destacaban la Ramada del Rey a la concertación, y afirmaban que se necesitan muchos y buenos empresarios.