España: una decisión pendiente
El Gobierno español tiene en su poder detallados informes técnicos sobre la posibilidad de utilizar un satélite español de comunicaciones y las alternativas que en estos momentos existen, a la vista de los avances realizados en la tecnología de este sistema y de los programas europeos en materia de satélites para televisión. Los informes han sido elaborados por técnicos de los ministerios de Defensa, Transportes y Comunicaciones e Industria, Telefónica, Radiotelevisión Española y de empresas electrónicas.Los países más avanzados de Europa ya han expresado la opción -o están en ello- de adquirir su propio satélite o de compartirlo con otros países. Estos satélites serán utilizados especialmente para televisión, pero también para transmisión de datos y otros servicios telemáticos.
Algunas fuentes de la Administración señalan que la decisión gubernamental sobre la utilización del satélite -un satélite enteramente español, compartido con otros países, o potenciación de los ya existentes en el ámbito internacional- es inminente y va a ser adoptada junto con el modelo tecnológico y jurídico que se va a seguir para la implantación de las televisiones privadas. Las mismas fuentes administrativas señalan como más probable la tercera solución, es decir, potenciar el alquiler de satélites de las organizaciones Intelsat y Eutelsat, en las que España participa con cargas financieras de cierta importancia.
Posibilidades de un satélite propio
Aunque existen algunos ingenieros y fuentes industriales que consideran que existe en España personal especializado como para diseñar en su totalidad un satélite español y que podría construirlo en un 70% de sus componentes, figuran en contra de la construcción o compra de un satélite propio lo elevado de sus costes (se calcula en 35.000 millones de pesetas).En la actualidad España utiliza en primer lugar los servicios de Intelsat, organización a la que pertenece desde 1964. La Compañía Telefónica Nacional es la entidad, designada en su día por el Gobierno, para firmar los acuerdos operativos y de explotación, es decir, que mantiene el monopolio de las señales por satélite que entran en España. Los servicios de Intelsat cubren, en el ámbito de la televisión, las islas Canarias.
La Telefónica tiene, además, el monopolio operativo para España de los servicios de Inmarsat (para las comunicaciones marítimas) y de Eutelsat.
Este organismo, al que también pertenece España como miembro de pleno derecho, está sustentado por 26 países de la zona europea. Cuenta en la actualidad con dos satélites operativos y tiene previsto el lanzamiento de otros cuatro, a pesar del fracaso y pérdida del último cuando falló, el mes pasado, el cohete Ariane que había de ponerlo en órbita. España había suscrito un acuerdo de alquiler de un transpondedor (un canal de comunicación) del satélite malogrado. Sería utilizado para determinados servicios de telefonía y para un canal de televisión de ámbito nacional.
