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ANDALUCÍA

lcona y el director de Doñana discrepan sobre la causa del incendio y los daños originados

Cerca de 500 hectáreas de la reserva del parque nacional de Doñana (Huelva) quedaron totalmente devastadas como consecuencia del incendio declarado en las proximidades de la estación biológica, según informó ayer la inspección regional del Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Icona), con sede en Sevilla. Esta cifra contrasta con la ofrecida por el director de la reserva, Javier Castroviejo, quien asegura que la extensión afectada supera las 1.000 hectáreas y mantiene, en contra de otros criterios, que el suceso fue provocado. También discrepa sobre el daño ecológico producido.

El incendio comenzó poco antes de las dos de la tarde del pasado miércoles, al arder una zona de brezal en los pinares de El Reposo, lugar situado al borde de la pista que une el control de la estación biológica con el palacio de Doñana. Los fuertes vientos de Poniente, muy racheados, favorecieron la expansión de las llamas, que no fueron controladas hasta pasadas las seis de la mañana de ayer. Para ello se necesitó de la intervención de 7 retenes del parque y del Instituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA), 11 tractores, 2 carrocetas antiincendios y una avioneta de la base de Jerez, además de todo el personal empleado.Los daños ocasionados por el siniestro han sido valorados de forma desigual, al no corresponderse los datos de la inspección regional del Icona con los expresados por Javier Castroviejo, director de la reserva, o por el director adjunto de la estación biológica, Luis Barbiela. Manuel Daz Pichardo, asesor del Icona, indicó que la extensión arrasada por el fuego no superaba las 500 hectáreas, y especificó que 450 eran de monte bajo, 50 de pino piñonero joven y un pequeño número de alcornoques.

Coincidió con estos datos el director adjunto, aunque no Javier Castroviejo, que calificó el incendio de "una auténtica catástrofe", y elevó el número de hectáreas a más de 1.000, de las cuales 600 pertenecen a la reserva natural. Añadió que la zona afectada dentro de la reserva representa entre un 10% y un 12% de la superficie.

Idéntica situación se da en cuanto a la valoración ecológica del suceso. Luis Berbiela definió los, daños como "preocupantes, aunque no muy graves", y destacó que las especies que habitan en la zona siniestrada son en su mayoría pirófitas, es decir, adaptadas evolutivamente a situaciones de incendios periódicos. "Son especies", dijo, "muy acostumbradas a este tipo de hechos y se recuperan inmediatamente". Javier Castroviejo, sin embargo, calificó de grave el siniestro e informó de la muerte de numerosos animales y del elevado número de nidos destruidos.

En esa línea de discrepancia hay que situar las causas que originaron el incendio. Técnicos del Icona estiman que no hay datos fiables para afirmar que fue provocado. El director adjunto del parque, Luis Berbiela, se mostraba de acuerdo con esta opinión y considera que se ha tratado de una "acción fortuita, quizá debida a descuido o imprudencia".

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