La reforma institucional será una cuestión ineludible en la 'cumbre' comunitaria de Milán, según Delors
"La cuestión institucional es ineludible" en el Consejo Europeo de Jefes de Estado y de Gobierno de los doce que se abre el viernes en Milán, señaló ayer en una conferencia de prensa Jacques Delors, presidente de la Comisión Europea, órgano ejecutivo y burocrático de la CEE. "El cielo perverso sólo se puede romper por medio de un cambio institucional". Delors resumió su postura de cara a Milán en tres puntos: instituciones, mercado interior y tecnología y unidad europea.
En el primero de ellos, "hay que ir hasta el fondo de la reflexión pedida por el Consejo Europeo al comité Dooge", que redactó un informe sobre la reforma institucional, "y ésta es la tarea principal de Milán", dijo Delors, partidario de que de Milán salga la convocatoria de una conferencia intergubernamental para la reforma de los tratados de la Comunidad Europea.Se trata así de ampliar los campos de competencia de la CEE a la cooperación política, la seguridad y la cultura. Pero sobre todo se trata de aumentar la eficacia de las instituciones, por una vuelta a las decisiones por mayoría, una desaparición progresiva del recurso al interés vital y al veto, y un refuerzo de los poderes de la Comisión. Sobre 100 proyectos de decisión actualmente sobre la mesa del Consejo de Ministros de la CEE, sólo 45, legalmente por los tratados, requieren aprobación por unanimidad. Pero los otros 55 están también estancados por la costumbre de la unanimidad.
Delors habló también de una mayor democratización de la Comunidad Económica Europea, asociando más al Parlamento Europeo las decisiones. No llegó a proponer, sin embargo, que sea el Parlamento Europeo -y no los Gobiernoslos que nombren -y censurenal colegio de comisarios. Delors, sin embargo, se guarda sus propuestas institucionales en el bolsillo, pues ayer no las precisó.
Cooperación tecnológica
Como segundo punto, Delors manifestó que "conviene que el Consejo Europeo conteste claramente a las propuestas de la Cómisión para la creación de un gran mercado y para iniciar la cooperación tecnológica". En este último terreno, Delors tiene ya preparado un proyecto de tratado para crear una Comunidad Europea de la Tecnología, pero se mostró abierto a otras fórmulas. Para Delors, sin embargo, de no tomarse una rápida decisión, "en seis meses las transferencias de tecnología se harán en un solo sentido entre Estados Unidos y Europa", y avisó que "no aceptaremos un trato discriminatorio ni un acuerdo entre Estados Unidos y Japón a espaldas de Europa".
En una declaración sorprendente pidió que los diez den a la Comisión un mandato para negociar con EE UU los aspectos tecnológicos de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), lanzada por Washington. Delors recibirá hoy en Bruselas al vicepresidente norteamericano, George Bush, pero no tiene ningún mandato para presentarle una postura común.
En cuanto a la creación de un gran mercado interior, también será necesario, según Delors, modificar los actuales tratados, pues "si fuera sólo una cuestión de buena voluntad por parte de los Gobiernos, ya lo habríamos logrado".
En tercer lugar, Delors habló de que "es absolutamente vital mantener la unidad de las instítuciones europeas", oponiéndose a que se cree un secretariado permanente en el Consejo de Ministros (y no en la Comisión) para la coordinación de la política exterior -la llamada cooperación política- de los doce. Delors, que calificó este posible paso de "error fundamental", condenó la creación de una Comunidad a "dos pilares" -uno político y otro económico-, qué puede sentar las bases de una esquizofrenia".
Delors destacó el acuerdo sobre los Programas Integrados Mediterráneos (PIM) -destinados a paliar en las regiones más atrasadas de Francia, Italia y Grecia los efectos del ingreso ibérico en la CEE- al que los diez llegaron en la madrugada de ayer.
La CEE avanza
Este acuerdo supone dar unos mayores poderes de gestión y decisión para estos proyectos a la Comisión Europea. "La Comunidad avanza", concluyó Delors, "y su suerte no se juega en un golpe de dados en un Consejo Europeo".
Para los próximos seis meses, Delors anunció que la Comisión se concentrará en la cooperación monetaria, en la convergencia económica y en el diálogo social a nivel europeo.
