Los favores de la Virgen de Fátima al Papa
Juan Pablo II ha desbloqueado la condena que pesaba sobre el padre Pío para la apertura del proceso de beatificación. Será testigo en el proceso. Su primer contacto con el padre Pío de Pietralcina sucedió en 1948, cuando el futuro Papa era sólo estudiante de Teología en Roma.Durante las vacaciones, el joven sacerdote polaco fue al convento de San Giovanni Rotondo, donde tuvo una larga conversación con el fraile y se confesó con él. Se asegura que fue entonces cuando el padre Pío de Pietralcina le profetizó que iba a ser Papa, noticia nunca desmentida por el Vaticano. Pero el episodio más importante es cuando en noviembre de 1962, durante el concilio, el obispo Wojtyla supo que una amiga suya polaca, psiquiatra, madre de cuatro niñas, que durante la guerra había estado en un campo de concentración, estaba muriéndose de cáncer de garganta. El obispo Wojtyla mandó en seguida una carta al padre Pío de Pietralcina rogándole que pidiera el milagro. La mujer se llamaba Wanda Poltawska. A la semana siguiente Wojtyla le envió otra carta anunciándole que la enferma estaba completamente curada. Será éste uno de los milagros del proceso de beatificación.
"Una mano apuntó el arma y otra desvió la bala", afirmó Juan Pablo II a los seis meses de su atentado en la plaza de San Pedro, el día 13 de mayo de 1981, festividad de la Virgen de Fátima. Desde aquel momento se empezó a pensar qué relación podría haber entre el atentado al Papa por el terrorista turco Alí Agca y el famoso secreto de Fátima. Para responder a esta pregunta fue publicado un libro en la República Federal de Alemania con el título de El atentado al Papa a la luz de Fátima, de Sebastiano Labo. El hecho ha tomado mayor actualidad si cabe, tras las explosivas declaraciones de Alí Agca en las que pedía al papa Juan Pablo II que revele el tercer secreto de Fátima.
La Virgen se interpuso
Ha confesado que durante aquel histórico encuentro con el papá Wojtyla en la cárcel abordaron el tema de las presuntas apariciones místicas del agresor. De lo que no cabe duda es de que Juan Pablo II está convencido de que fue la Virgen de Fátima quien le salvó la vida aquella tarde, aniversario de la primera aparición de la Virgen a los tres pastorcillos portugueses, ocurrida el 13 de mayo de 1917, cinco meses antes de la Revolución de Octubre soviética.
Desde el día del atentado hasta hoy, el papa Wojtyla ha repetido en varias ocasiones que si hoy sigue vivo se debe a que la Virgen se interpuso para protegerle. Lo dijo en Polonia ante la Virgen Negra de Czestochowa, a quien el Papa le regaló, como exvoto, el fajín blanco que llevaba sobre la sotana en el momento del atentado, aún ensangrentado y agujereado por la bala de la Brown calibre 9.
Lo dijo abiertamente en Fátima durante su viaje el 12 de mayo de 1982. Fue una visita que. Wojtyla había proyectado ya antes del atentado y que, a causa de él, se vio obligado a aplazar. En aquella ocasión, el Papa dijo textualmente: "Cuando tuvo lugar el atentado en la plaza de San Pedro hace un año, al recobrar la conciencia, mi pensamiento voló en seguida a este santuario, para venir a colocar en el corazón de la madre celestial mi gratitud por haberme salvado del peligro. En todo lo que me ha sucedido, no me canso de repetirlo, he visto una especial protección matemal de la Virgen". Y añadió: "Y en la coincidencia he visto, también, como una llamada a prestar mayoratención al mensaje que salió de aquí hace 65 años a través de tres niños, hijos de gente pobre del campo".
Del mensaje del que habla el Papa se conocen sólo las dos primeras partes, mientras que queda secreta la tercera. Según círculos próximos a la última vidente viva, sor Lucía -carmelita de 78 años-, la profecía de la Virgen de que la URSS se convertiría si el Papa consagraba el mundo al corazón de María, no se ha cumplido aún porque, aunque desde Pío XII a hoy todos los papas lo han hecho, algunos no han nombrado expresamente a la URSS.
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