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Trasplante de hígado a una niña de dos años en una clínica de Barcelona

Milagros Pérez Oliva

La niña Berta Casas, de dos años de edad, fue sometida ayer a un trasplante de hígado en la clínica infantil de la ciudad sanitaria de Valle de Hebrón, de Barcelona. La niña se encontraba ayer en la unidad de cuidados intensivos y su reacción en el posoperatorio fue calificada como satisfactoria. La operación se inició de madrugada y terminó pasadas las tres de la tarde. Fue practicada por el doctor Carles Margarit, de la residencia sanitaria de Bellvitge, con el equipo del Departamento de Cirugía Pediátrica del Valle de Hebrón, cuyo jefe es el doctor Boix Ochoa.La niña padecía una atresia (falta de perforación) de las vías biliares. La dolencia era consecuencia de una deformación congénita que había sido operada poco después de nacer, pero la intervención no logró superar la malformación, según explicó ayer a EL PAIS el doctor Boix Ochoa. El hígado de la pequeña estaba capacitado para segregar bilis, pero no podía darle salida. El diagnóstico era fatal. Aunque en una malformación de este tipo es dificil determinar la esperanza de vida, los doctores que seguían la evolución de la niña la cifraban en meses. Ante la gravedad de la dolencia y su carácter irreversible, hace ahora un año, la pequeña fue incluida en la lista de espera del trasplante hepático.

Paralelamente, el Departamento de Cirugía Pediátrica había elaborado un programa de trasplantes de hígado que debía prepararse durante un año. El departamento envió a uno de sus miembros, el doctor Martínez Ibáñez, a la universidad de Pittsburgh (EE UU), al mismo hospital en el que se preparó el doctor Carles Margarit en la técnica quirúrgica del trasplante de hígado, considerada una de las más complejas.

Miembros del Departamento de Cirugía Pediátrica habían participado también en los trasplantes de hígado practicados en la residencia de Bellvitge por los doctores Carles Margarit y Eduard Jaurrieta, pioneros de este tipo de trasplantes en España. En este hospital se practicó el trasplante de hígado de Estíbaliz Arzanegui, una niña de Guernica, de 12 años, que murió al cabo de dos meses a causa de un rechazo.

El peso adecuado

Éste es el primer trasplante realizado en la residencia infantil. Para efectuarlo se requería un donante especial. Además de un órgano cuyos tejidos fueran compatibles con los de la pequeña, se necesitaba que el donante fuera otro niño y que el peso fuera el justo para poder ser injertado en la pequeña cavidad abdominal de un cuerpo de dos años. La operación fue posible gracias a la donación que hizo la familia de un niño que murió a causa de una enfermedad irreversible.Superada la intervención quirúrgica, la niña deberá superar la posibilidad de un rechazo. Para ello se le administra un tratamiento inmunodepresor de Ciclosporina A. Otro de los problemas que se plantea en los trasplantes infantiles es el del crecimiento del órgano implantado. Según declaró ayer el doctor Boix Ochoa, el crecimiento del hígado puede producirse en perfecta armonía con él resto del organismo de la niña.

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