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La jura de Sanguinetti hace de Montevideo la capital del diálogo centroamericano

Julio María Sanguinetti, líder del Partido Colorado, triunfador de las elecciones del pasado 25 de noviembre, juró ayer como presidente constitucional de Uruguay. Once años largos de dictadura militar quedaban atrás. Mientras el pueblo vivía la gran fiesta de la democracia recuperada, la presencia de numerosos dirigentes mundiales (entre ellos, el presidente del Gobierno español, Felipe González) convirtió a Montevideo en la capital del diálogo sobre Centroamérica. El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, se entrevistará hoy, muy probablemente, con el presidente electo de Nicaragua, Daniel Ortega.

Felipe González, que llegó a Montevideo a las tres de la madrugada de ayer, fue acompañado por las calles de la capital uruguaya por dos veces al balcón de la Embajada española para saludar a sus simpatizantes. Daniel Ortega y el presidente argentino, Raúl Alfonsín, fueron acogidos también con entusiasmo. Setenta y dos delegaciones extranjeras asistieron a la jura, ocho de ellas encabezadas por presidentes o jefes de Gobierno.George Shultz presidió la delegación de EE UU, rodeada de un impresionante despliegue de seguridad. El secretario de Estado norteamericano contaba con la autorización de su presidente, Ronald Reagan, para entrevistarse con Ortega. La reunión se celebrará probablemente hoy. Será una de las muchas que tengan a Centroamérica como tema. Felipe González se entrevistó a lo largo de la tarde sucesivamente con Shultz, el presidente costarneense, Luis Alberto Monge, y Daniel Ortega, en una acción diplomática encaminada a mediar en la cuestión centroamericana y a preparar la entrevista entre el norteamericano y el nicaragüense.

En este escenario, Sanguinetti asumió la presidencia y quiso eliminar el fantasma de la dictadura: "Asumiré el mando de las fuerzas armadas, que, si han ocupado el poder de la nación, ahora van a defender la Constitución". Y añadió: "Esta República, que nació para la democracia, ha vivido 11 años con gobierno de facto, y ello no ocurrirá más". El nuevo presidente has anunciado que reducirá los efectivos castrenses y decretó la inmediata legalización de todos los partidos y centrales sindicales.

Páginas 2 y 3

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