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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Relaciones España-Guatemala

Ha pasado ya tiempo desde que el Gobierno socialista restableció las relaciones diplomáticas con Guatemala, y ante el quinto aniversario de aquella espantosa quema y matanza que ocurrió en nuestra embajada -motivo por el que quedaron rotas- vuelven a plantearse hoy con total vigencia las razones de su reanudación.El partido hoy en el poder apoyó plenamente la ruptura y las exigencias mínimas para su restablecimiento que los gobernantes de UCD plantearon. Hoy, sin embargo, nos encontramos con la contradicción de que las demandas siguen sin cumplirse, las relacions se han restablecido y el partido que gobierna es el PSOE.

La razón mágica que se adujo fue que "razones de Estado" lo justificaban y que se iba a cumplir una serie de exigencias pactadas (rebajadas). Pero, ¿cuál de esos puntos se ha cumplido o está en vías de cumplirse? ¿Cuáles eran esas "razones de Estado" que no sólo se escapan al ciudadano de a pie, sino que no vemos su articulación por ninguna parte? ¿Es que España tiene, como contrapartida, una mayor influencia en la pacificación del istmo? ¿Lo creen realmente nuestros gobernantes?

El pacto, no hay que olvidarlo, fue realizado con una dictadura genocida que ha recibido las más duras críticas y condenas internacionales y que no hace sino prolongar la política de tierra arrasada de Ríos Mont, de quien fue ministro de Defensa y a quien dio golpe de Estado, o de Lucas García, que fue quien ordenó el asalto y quema de la embajada. Ante esto, ¿qué garantías existen no ya de que semejantes sucesos no vuelvan a repetirse, sino de que se cumplan las exigencias pactadas, cuando se pisotean sistemáticamente tratados internacionales o pactos fundamentales como la Carta de los Derechos Humanos, cuando la vida -derecho elemental- no tiene ningún valor, cuando el último informe de las Naciones Unidas sigue siendo contundente en este sentido?

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Si "razones de Estado" propiciaron la reanudación de las relaciones, es de lógica consecuente que el estado de la razón y de la ética humana obliguen a exigir el cumplimiento de los mínimos planteados que den satisfacción a las víctimas y familiares tanto de españoles como de guatemaltecos, así como a la dignidad agredida del pueblo español, y a presionar, por otra parte, con la máxima energía en todos los foros internacionales para impedir que la violación de los derechos humanos se siga ejerciendo sobre el pueblo guatemalteco y a condenarla sin paliativos, pues se supone que nuestro Gobierno no pacta por las buenas con genocidas. De lo contrario, llegaremos a pensar que ni razones de Estado ni éticas, sino debilidad e indefensión es lo que preside nuestras relaciones internacionales- Julio Nevares.

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