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La oposición salvadoreña pide seguridad y negociación global como condiciones para acudir el lunes a la reunión con Duarte

Representantes de la guerrilla salvadoreña acudirán el próximo lunes a La Palma atendiendo la invitación al diálogo formulada el pasado lunes por el presidente José Napoleón Duarte en su discurso ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La emisora rebelde Radio Venceremos, que en su emisión vespertina del lunes había descalificado la iniciativa presidencial, difundió ayer un comunicado conjunto firmado por la dirección ejecutiva del Frente Democrático Revolucionario (FDR) y la comandancia militar de Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), por el que ambas organizaciones, que agrupan a toda la oposición armada y política de izquierdas, aceptan la cita presidencial con algunas condiciones como garantías de seguridad y que se discuta la crisis en su globalidad.

En una nota de siete puntos ambas organizaciones expresan que la iniciativa de Duarte es una respuesta a su carta del 18 de mayo, entregada por medio del arzobispo Arturo Ribera, y a un segundo intento de contacto realizado en el mes de mayo por medio del entonces candidato a la designación por el Partido Demócrata para la presidencia de Estados Unidos, Jesse Jackson.La oposición salvadoreña acepta reunirse con Duarte sobre la base de que esta entrevista se encuadra "en la búsqueda de una solución negociada al conflicto" que vive su país.

La respuesta tiene el carácter de una aceptación formal, pero faltan aún por determinarse las condiciones en que se llevará a cabo el encuentro, la agenda y las garantías de seguridad por ambas partes. En este último capítulo, la oposición propone que no haya presencia de efectivos armados por ambas partes en un radio de 10 kilómetros alrededor de La Palma, que es uno de los principales escenarios de la guerra salvadoreña, ya que se encuentra en el corazón del departamento de Chalatenango.

En una conferencia de prensa posterior a su discurso, el presidente Duarte minimizó el problema de la seguridad y aseguró que él mismo pensaba acudir a la cita sin aparato de seguridad.

A pesar de la premura con que se ha fijado esta reunión, Salvador Samayoa, miembro de la comisión político-diplomática del FMLN-FDR, admitió ayer que aún es posible fijar las condiciones necesarias para celebrar la reunión, "siempre que Duarte envíe un emisario para negociarlas". "Nosotros no podemos ir a La Palma simplemente porque él nos cite a través de un discurso". Para obviar esta dificultad, el comunicado conjunto propone como mediador al presidente colombiano, Belisario Betancur, que recientemente firmó una tregua con las guerrillas que operan en su país.

Con este objetivo se entrevistaron ayer en Bogotá el presidente colombiano y un dirigente de la guerrilla salvadorela, Rubén Zamora, quien posteriormente anunció que Betancur ha aceptado mediar "para que la reunión de El Salvador pueda realizarse".

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La oposición de izquierda se dispone a estar presente en La Palma con dos miembros de la comandancia militar del FMLN y dos representantes de la comisión ejecutiva del FDR, a quienes Duarte había excluido del diálogo por entender que no tienen capacidad de decisión y están sometidos a los jefes guerrilleros. Salvador Samayoa declaró a este respecto: "Debe quedar claro que es él quien excluye a los políticos, y no nosotros". La oposición propone que Duarte acuda acompañado de una comisión similar, integrada por dos miembros de su Gobierno y dos jefes de las fuerzas armadas.

El dirigente de la comisión político-diplomática ha valorado algunos elementos positivos en la iniciativa presidencial. Antes que nada, la aceptación misma del diálogo, que supone un primer paso en la dirección propuesta insistentemente por la guerrilla. En segundo lugar, el hecho de que la reunión vaya a celebrarse en territorio salvadoreño y ante testigos, dos planteamientos formulados también por los insurgentes.

Entre los testigos destacará el arzobispo Arturo Ribera, cuya presencia ha sido acogida favorablemente y así lo expresa el comunicado conjunto, que acepta también discutir con Duarte ante la Prensa.

La Iglesia salvadoreña ha calificado la propuesta como positiva. El arzobispo de San Salvador, Arturo Ribera, citado como testigo de calidad, declaró que este tipo de reuniones es lo que él ha venido pidiendo. El presidente de la conferencia episcopal, Marco René Revelo, que formó parte de la frustrada comisión de paz nombrada por el ex presidente Álvaro Magaña, apoyó también este llamamiento al diálogo y pidió a las dos partes que acudan a la reunión con honestidad.

Salvador Samayoa manifestó que en principio están dispuestos a aceptar para esta primera entrevista las condiciones de Duarte (lugar, fecha y hora, testigos), pero que en una segunda ocasión pedirán que la reunión se celebre en San Salvador. "De lo que no estamos seguros es de que acepte una continuidad, que es la única forma de que el diálogo pueda tener resultados positivos. Con la comisión de paz salvadoreña y el embajador Stone (Richard Stone, antiguo embajador especial de Estados Unidos para Centroamérica) nunca pudimos tener un segundo encuentro".

Al margen de las dos entrevistas sostenidas hace un año con Richard Stone y la comisión de paz, no ha habido ningún progreso en el camino del diálogo, aunque negociaciones llevadas a cabo con el alto mando militar, por mediación de la Iglesia, han permitido sacar del país a 45 guerrilleros heridos y canjear a cuatro oficiales por otros tantos guerrilleros. En estos últimos contactos nunca se abordaron cuestiones políticas. Por esta misma razón, la entrevista de Duarte con la guerrilla en La Palma, el próximo lunes, a las diez de la mañana, reviste caracteres históricos.

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