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Paulina Beato

Primera mujer presidenta de una empresa pública española

El 30 de julio pasado, el Boletín Oficial del Estado obsequió a sus lectores con una pieza especialmente ardua: la orden ministerial sobre compensaciones entre empresas eléctricas. El papelito, plagado de fórmulas, variables y signos matemáticos, se convirtió en una pieza insustituible, una obra de consulta de primera mano para los presidentes de las grandes compañías eléctricas del país y sus equipos directivos a la hora de ir a dormir la siesta en el duro ferragosto: el sueño estaba garantizado a los dos minutos de agarrada la compleja fórmula Beato.

La orden se las trae, reconocen unos y otros, y es el resultado de los trabajos de Paulina Beato, verdadero cerebro en la sombra, según los expertos, de la Administración socialista para temas energéticos, especialmente los referidos a energía eléctrica. Paulina Beato ha sido nombrada en días pasados presidenta de Aseléctrica, futura red eléctrica española, convirtiéndose en la primera mujer que preside una empresa pública en la historia de España. Lo bueno del caso es que, cualquiera lo diría, Paulina asegura que hace apenas 12 meses sabía muy poco de energía eléctrica y de empresas eléctricas. Cordobesa, cuarta de los siete hijos de un ingeniero con posibles, pronto se trasladó a Madrid, para vivir en un colegio mayor mientras estudiaba Económicas en la Universidad Complutense. Al terminar la carrera se marchó a Estados Unidos con una beca March, que luego prolongó durante tres años con otra de la fundación norte americana Andreas. En la universidad de Minneapolis, en el Midwest, cursó un Master en Economía.

Ello para regresar a España y, como todo español que se precie, opositar. Beato se convirtió en economista del Estado, a partir de 1979 empezó a trabajar en el INI, donde ha pasado por la Dirección General de Estudios, verdadera fuente de altos cargos socialista (Miguel Boyer, Juan Manuel Kindelán, Carlos Solchaga, Carmen Mestre, etcétera), la asesoría económica y la dirección de Planificación y Control. En el último año, Paulina ha ejercido de asesora del Ministerio de Industria en temas de energía.

Fue en octubre de 1983, al crearse la famosa comisión de sabios en Industria para la elaboración del Plan Energético Nacional (PEN), cuando Carmen Mestre y Martín Gallego, diréctora y secretario general de la Energía, respectivamente, llamaron a la puerta de Paulina Beato para que, como economista, encajara las distintas piezas del puzzle energético español en el marco del programa económico del partido socialista. Paulina empezó entonces a "aprender un poquito de energía". Con sorprendentes resultados, por cierto. "No tener modelos preconcebidos ayuda a comprender más rápidamente cualquier tema".

Esas ideas aprendidas, en apenas un año se han plasmado en un completísimo análisis financiero del sector eléctrico español, una herramienta de trabajo imprescindible en manos de Industria para la elaboración de la política (incluidas las tarifas) del sector.

Casada desde 1970, y con una hija, Paulina Beato detesta ir por el mundo de esposa consorte. A su marido le ocurre otro tanto. Manifiesta no tener problemas por su condición femenina, "aunque siempre hay alguno que sale con eso de 'Usted primero, señorita Beato'; a lo que yo suelo contestar con un 'No, usted primero, señorito Manolo'. Hemos llevado bastante bien a lo largo de nuestra vida de casados la separación entre nuestra vida profesional y privada, y así queremos seguir".

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