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ECOLOGÍA

La CEE se prepara para comercializar la gasolina sin plomo para reducir la contaminación

Andrés Ortega

La decisión de la República Federal de Alemania (RFA) de introducir a partir de 1988-1989 la obligatoriedad del uso de gasolina sin plomo en los nuevos vehículos, que habrán de disponer de un catalizador que reduzca las emisiones nocivas, ha producido una auténtica polémica en el seno de la Comunidad Económica Europea, polémica que, dicho sea de paso, puede obligar a modificar los planes españoles.

Por su parte, la Comisión Europea, órgano ejecutivo y burocrático de la CEE, presentó el viernes unas nuevas propuestas según las cuales los Estados miembros podrían empezar a comercializar la gasolina sin plomo en 1986 y resulta obligatoria su disponibilidad a partir de 1989. La decisión alemana se refiere a la obligatoriedad de equipar todos los nuevos coches -para los de más de 2.000 centímetros cúbicos, a partir de julio de 1988, y para los demás, un año después- con catalizadores, con que obliga técnicamente al uso exclusivo de gasolina sin plomo. Esta medida viene provocada por las presiones de los grupos ecologistas, dado que el plomo de la gasolina, al contaminar la atmósfera, causa, entre otros efectos, trastornos en el sistema nervioso, especialmente en los niños. El catalizador reduce además las emisiones de monóxido de carbono y de óxido de nitrógeno, causante éste de las llamadas lluvias ácidas, que tanto afectan a los bosques. El catalizador obliga al uso del combustible sin plomo, pero se puede usar este combustible sin catalizador por medio de algunas adaptaciones.

Sin embargo, la protesta ha sido general en el resto de la CEE, pues además la RFA ofrecerá desgravaciones fiscales equivalentes a 100.000 pesetas a los usuarios de vehículos que decidan hacer uso del catalizador desde 1985, y penalizará a los que quieran seguir usando, a partir de 1986, gasolina con plomo. Los fabricantes de otros países de la CEE temen no estar a la altura de este desarrollo a tiempo.

Repercusión en los precios

La Fiat ha reaccionado y ha señalado que para las fechas señaladas estará capacitada para exportar coches con catalizadores hacia la RFA, como actualmente lo hace hacia EE UU, pero sólo para altas cilindradas. De hecho, diversos fabricantes europeos ya exportan estos coches con catalizadores hacia EE UU, pero suele tratarse de vehículos de gran cilindrada. El tener que añadir catalizadores a los más pequeños repercutiría proporcionalmente más en sus precios, ya que el coste adicional variaría entre 20.000 y 80.000 pesetas. Y es justamente en estos pequeños modelos en los que Francia ha concentrado la reestructuración de su industria automovilística. Italia y Francia prefieren, sin embargo, proseguir su investigación sobre el motor de muy baja combustión, que, en contra del catalizador, permite reducir las emisiones de gas de los automóviles disminuyendo a la vez el consumo, puesto que la gasolina sin plomo será más cara.

Se calcula que la reducción de la presencia de plomo de la gasolina en España supondrá un coste de unos 140.000 millones de pesetas para la adaptación al sector del automóvil.

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