_
_
_
_
_

Una escuela para los bolsistas

Los clubes de inversión no están regulados en España, por lo que su tratamiento fiscal es un agravio comparativo frente a las sociedades de cartera y fondos de inversión. Como señala Petra Mateos, jefa del gabinete técnico del Ministerio de Economía, están a medio camino entre la inversión individual y la colectiva, ya que su objetivo es conseguir unos beneficios para sus miembros y, al mismo tiempo, adquirir conocimientos bursátiles.En España, la mayoría de estos clubes se han constituido mediante un documento privado -aunque también se pueden acoger a documento público-, basándose en lo establecido por el Código Civil respecto a la comunidad de bienes y entregando este documento a un agente de cambio y bolsa, que usualmente es el asesor del grupo.

Más información
La unión hace la renta

Actualmente apenas existe en Madrid este tipo de clubes, aunque en Cataluña su presencia es mayor. En líneas generales, las personas que se afilian a ellos pagan una cuota mensual (en torno a 25.000 pesetas) y deciden conjuntamente sus inversiones en valores cotizados en bolsa. Las ganancias se reparten equitativamente. El asesor del club suele cobrar un porcentaje sobre ganancias.

La razón de su desaparición se basa tanto en la crisis general de la bolsa como en la propia función pedagógica que. desempeñan: cuando los miembros consideran que ya están capacitados para desenvolverse en la bolsa por su propios medios abandonan el club y operan individualmente.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_