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Crítica:El cine en la pequeña pantalla
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El cine 'francés' de los americanos

El filme de capa y espada tiene dos grandes cinematografías cultivadoras, aunque en los últimos tiempos la decadencia del género sea tal que ni Richard Lester haya conseguido reavivarlo. Tanto el cine francés como Hollywood han mostrado una histórica drogodependencia de la especialidad, aunque con variantes notables entre sí. La inclinación del cine de nuestros vecinos tendía a la combinación del melo con la reyerta de los aceros, en medio de profusión de familiares en bastardía, pasadizos lóbregos de castillos repletos de cadenas y algun hijo oculto que acudía en el último momento a reclamar su legítimo derecho a una corona. Jean Marais se trabajó mucho ese mercado. El cine americano era más dado a la expansión deportiva de Errol Flynn o Stewart Granger. En cuestión de aceros, Hollywood tendía más al sable de Ruperto de Hentzau y a la viril tosquedad del mandoble bajomedieval, mientras los estudios parisinos preferían el estilo inquietante y delicadamente erótico del florete. Holywood tiraba más a la espada y París, a la capa.En esa estirpe, la saga de La máscara de hierro es una combinación de todos los tics del género. Siglo XVII, la época que Dumas hizo vivir a sus tres mosqueteros; dos hermanos gemelos clasificados en las categorías de príncipe heredero y usurpador; y el misterioso secuestro de uno de ellos, al que se encierra tocado con un yelmo de hierro que de tan ajustado oprime el nacimiento de la barba, bajo el acerado guante de cabeza. A los países republicanos, como Francia y EE UU, siempre les ha seducido el cine de monarcas, aunque los franceses, que ajusticiaron a uno, lo hacen con mayor conocimiento de causa.

En una primitiva versión en blanco y negro, que protagonizaba Louis Hayward en el papel de prisionero, los interiores oscuros de la fortificación habrían sido dignos del castillo de Drácula. La versión contemporánea, en cambio, que se exhibe esta tarde, difícilmente podrá hacernos olvidar aquel aire de época que tenía el cine norteamericano de los cuarenta, sin demasiada pretensión de realismo vestimentario ni temor a la deliberada incongruencia.

La última versión de La máscara de hierro, dirigida por Michael NeweIl, se apoya en un reparto de primeras figuras de segunda categoría como Richard Chamberlain, en el papel principal; el siempre correcto Patrick McGoohan, como suele decirse de los actores británicos; y una recuperación francesa para añadir color local: Louis Jourdan, que de tanto hacer de francés en películas norteamericanas se ha convertido en un galicano tan inverosímil como llegó a serlo en la comedia musical el propio Maurice Chevalier. Curiosamente, los siglos pasados entre la época en que supuestamente discurría la historia y el presente no parecían demasiados hace 40 años, mientras que las pocas décadas transcurridas desde entonces podrían haber relegado este melodrama al tiempo de las catacumbas.

Martin Scorsese es un director norteamericano que no ha hecho todavía su mejor película. El rey de la comedia es un filme al que en su reciente estreno la crítica consideró interesante pero insuficiente, en la línea Scorsese de construir pero no definir el juego, como decía Menotti. La acción centrada en torno a la vida de un famoso comediante, al que asedian sus admiradores y en particular uno tan peculiar como el taxista de Taxi driver, cuenta con un reparto de cinco estrellas. Jerry Lewis, reconocible casi como un trasunto de sí mismo; el actor preferido de Scorsese, Robert de Niro; y otra recuperación, aunque en este caso genuina: La del gran secundario de la comedia americana, Tony Randall, que en las películas de los años cincuenta y sesenta robaba a la estrella -habitualmente Rock Hudson- todas las escenas en las que le permitían salir. En conjunto, una cinta que se pasa y otra que no acaba de llegar para este sábado televisivo.

La máscara de hierro se emite a las 16.05 y El rey de la comedia a las 22.35, ambas por la primera cadena.

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