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Eikoh Hosoe

Un fotógrafo japonés enamorado de la obra de Gaudí

Eikoh Hosoe es sin duda el fotógrafo japonés contemporáneo de mayor proyección internacional. El trabajo que ahora lleva entre manos se centra en la prodigiosa arquitectura de Gaudí, donde él reconoce una fuerza inspiradora vinculada a la filosofía zen. Hosoe, de 52 años y miembro de la generación de la posguerra, reclama la originalidad de la idea para sí, pese a que otro japonés, Tokutoshi Torii, joven arquitecto, haya realizado su tesis doctoral, luego traducida al castellano, sobre este tema.

El planteamiento práctico de Hosoe dista mucho del sesudo ensayo de Torii. El resultado de su trabajo es una colección de imágenes con las que Hosoe interpreta el genio de Gaudí, será divulgado a partir de septiembre próximo, con la presentación en la feria de Francfort de su nuevo libro gráfico.Motivado por este proyecto, Hosoe ha estado recientemente en Barcelona y Tarragona. En Barcelona, para realizar las últimas tomas que redondeen el libro. En Tarragona, porque allí realizó una muestra personal en la galería Forum, que sin duda constituyó uno de los hitos en la programación del festival Primavera Fotográfica en Cataluña, organizado por el Departamento de Cultura de la Generalitat. Los directores de Forum, David Balsells y Chantal Grande, tentaron a Hosoe durante los últimos Encuentros Internacionales de la Fotografía de Arles para que aceptase presentar como primicia una parte de su trabajo sobre Gaudí en su local. La proximidad de Reus, cuna del arquitecto modernista, y la profesionalidad y prestigio que se atribuyen a esta fotogalería española en la comunidad fotográfica europea terminaron por decidir. Y la experiencia resultó satisfactoria. Así declaraba: "En Tokio mis fotografías han contribuido a dar a conocer a Gaudí, sobre todo entre los jóvenes, que solían asombrarse ante la fantasía y vigor de su arquitectura. Para ellos era un verdadero hallazgo. Pero yo quería saber cuál sería la reacción de un público entendido que considera a Gaudí como una figura de su patrimonio histórico. Y he podido comprobar que también aquí mi obra ha sido bien acogida".

Veinte años atrás

El primer contacto de Hosoe con Gaudí se remonta a 20 años atrás. En 1964 llegó a Barcelona para establecer relaciones con la editorial Lumen, interesada en la distribución de sus libros, y ello fue el lógico, pretexto para visitar la ciudad. Gaudí le produjo entonces una fortísima impresión. Tanta que no se consideró espiritualmente preparado, para enfrentarse con la cámara a su obra. Se fijó a sí mismo el compromiso de estudiarla y profundizar en ella hasta que, al cabo de 12 pacientes años, fijar las voluptuosas formas gaudinianas sobre una emulsión fotosensible ya no fue considerado un sacrilegio. Hosoe, que conocía la fotografía de Joaquim Gomis y Oriol Maspons sobre el mismo tema, rehuía el enfoque documental de éstos para forzar una visión mucho más libre, poniendo el énfasis en los pequeños detalles que, aislados del conjunto, adquirían una dimensión mucho más evocadora. Desde aquel primer contacto, Hosoe ha estado en Barcelona media docena de veces.

Convencido de que el templo de la Sagrada Familia es como una catedral medieval que se construye generación a generación, por la fe y la fuerza de la voluntad popular, en su próxima exposición en la capital nipona va a solicitar a los visitantes que hagan sus donativos, aunque sean sólo simbólicos, para la continuidad del templo.

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