Una asociación de trabajadores negros del Maresme rechaza el plan de repatriación

"Estamos completamente en contra de la repatriación organizada por el Gobierno Civil de Barcelona ya que entendemos que significa una díscriminación total, total", ha declarado Modumu Cham, presidente de la asociación Jama Kafo, integrada por trabajadores negros del Maresme.Este grupo es la oposición al de Sanyang Soulaiman, considerado tradicionalmente como máximo dirigente de los negros del Maresme, y que se ha significado ahora por apoyar las medidas de repatriación voluntaria propuestas por el Gobierno Civil de Barcelona con el apoyo de la Cruz Roja. Según Modumu Cham, "en Cataluña hay censados 90.000 extranjeros, 50.000 de los cuales están en la provincia de Barcelona, y de todos ellos únicamente 30.000 están legalizados; a la vista de todo eso, ¿por qué sólo quieren repatriarnos a los gambianos?"

Cham, que trabaja de jornalero agrícola y como mozo de limpieza en varios locales y salas de fiesta, tiene regularizada su situación legal en España. Llegó hace nueve años. Vive en la localidad de Sant Andreu de Llavaneres junto con su esposa y dos de sus hijos. "Tengo otros dos que están en mi país, Gambia, adonde un día queremos volver. Pero será por nuestra propia voluntad".

Según Cham, no se entiende la razón de tanto interés por repatriar a los gambianos. "No se está haciendo nada por legalizar nuestra situación, a pesar de todo lo que se dice. Cuando vamos a la delegación de Trabajo, a la comisaría o al Gobierno Civil todo son problemas. Dos compañeros que llevan 8 y 10 años trabajando con contrato en España todavía no han logrado legalizar su situación, y así muchos más. ¿Por qué?".

Cham cree que los problemas laborales no se han resuelto por falta de interlocutores válidos.

"Soulaiman no trabaja en el campo y no conoce la situación de los jornaleros, como tampoco parece conocerla el Gobierno Civil. Los contratos por un año, que todos desearíamos, no sirven para todas las situaciones ya que algunos empresarios sólo pueden ofrecer trabajo durante seis meses, y otros -por ejemplo, los que cultivan el fresón- gestionan cultivos cuya temporada sólo dura tres meses. Para resolver todo ésto deseamos una negociación directa entre los jornaleros y los empresarios. A Soulaiman nadie le ha elegido democráticamente para ello".

"Nosotros no tenemos nada personal contra Soulaiman", puntualiza Momudu Cham, "pero creemos que nos está engañando. Soulaiman se ha ido convirtiendo en un dictador al intentar reunir un poder absoluto sobre todos los trabajadores de color de la comarca del Maresme. Todo lo decide él, todo lo lleva en solitario".